jueves, 21 de febrero de 2008

CARTA PARA AMLO

19 de febrero de 2008


Lic. Andrés Manuel López Obrador
Presidente Legítimo de los Estados Unidos Mexicanos

P r e s e n t e


Estimado Andrés Manuel:


Decidí escribirte porque no te entiendo. Ahora que es tan importante sumar a todos los que consideramos al petróleo y otros energéticos como vitales para el desarrollo del país y existe la necesidad de hacer un gran frente para defender la propiedad de la nación sobre estos recursos, te involucras en la contienda por la dirección del PRD y, peor aún, lo haces trasgrediendo la norma interna. Estarás de acuerdo conmigo en que nada ayudaría más a las ansias privatizadoras que se ciernen sobre PEMEX que la división en el seno del movimiento democrático. Eso nos debilitaría y podría hacer que muchos se equivocaran de adversario. De ahí la importancia de que el proceso de elección en tú partido, en nuestro partido, sea intachable y que todos aceptemos el resultado de una contienda equitativa, transparente, legal y democrática.

Estoy convencido de que habría sido mejor para ti, para el partido y para el movimiento que te hubieras puesto por encima de la contienda y mantenido la distancia propia del dirigente indiscutible que, llegado el caso, puede hacer valer su autoridad y ascendencia sobre los contendientes para que el proceso no se salga de los causes permisibles -un árbitro aceptado por todos. Porque, a final de cuentas, fuiste el candidato de todos, todos te defendimos durante el desafuero y con todos contaste para acompañarte en los días difíciles que siguieron al 2 de julio para exigir el recuento de los votos y luego, aunque algunos pensamos que no era la mejor decisión, también todos te apoyamos como Presidente Legítimo. Pero en lugar de ser factor de unidad en un momento tan delicado, preferiste involucrarte en la contienda para buscar el control del partido. Respeto tu decisión y no escamoteo en lo más mínimo el derecho constitucional que tienes de expresar tu opinión. Sin embargo, la opción que tomaste debe respetar el marco legal que rige la contienda y expresarse de manera consecuente con los principios y valores que enarbolamos.

A ti que te gusta la historia, tendrás muy presente que, cuando el PRD se fundó, combatíamos al “régimen de Partido de Estado” que, entre otras cosas, se caracterizaba en que el Presidente elegía a su sucesor y controlaba al “partido oficial” y a sus bancadas. De ahí que nuestro Programa sea tan enfático en el acotamiento del poder presidencial como elemento indispensable de la democratización del país. Es cierto que desde el PAN se hacían también esas críticas al viejo régimen, pero está visto que ya en el poder no han hecho otra cosa que reproducir esas prácticas. La intervención descarada de Vicente Fox en la elección presidencial y la imposición de Germán Martínez al frente de ese partido son muestra de ello. Así son, inconsecuentes. Pero lo que para nosotros debe ser inadmisible es que en el seno de nuestro partido se haga lo mismo, sobre todo después de la experiencia reciente. Disculpa el atrevimiento, pero considero que el Gobierno Legítimo no se constituyó para intervenir en una elección interna del PRD.

Es un contrasentido inexplicable que el Presidente Legítimo se permita hacer lo que hizo en contra suya Vicente Fox, al que con razón llamas “traidor a la democracia”. Recuerda que la intervención de éste personaje no se limitó a expresar una opinión favorable de su candidato sino que hizo abierta propaganda a favor de Calderón y en contra tuya, violando la ley y faltando a su deber como gobernante. Esa actitud demeritó la investidura presidencial, enrareció el proceso electoral y atentó contra la equidad de la contienda. Por eso lo mandaste callar -es verdad que con una frase por demás desafortunada, pero con la legítima intención de que dejara de intrometerse indebidamente y respetara la norma electoral.

¿Por qué esa actitud de hacer abierto proselitismo que fue censurable con el Presidente Fox, no debe serlo con el Presidente Legítimo? ¿Es correcto que el Presidente Legítimo y dirigente de un amplio movimiento social apoye abierta y activamente a una facción perredista? ¿No responde esa actitud a la lógica del viejo régimen de querer controlar al partido desde fuera? ¿Si alguien debe estar comprometido con el respeto a la legalidad no es precisamente el Presidente Legítimo, al que despojaron de su triunfo con trampas e ilegalidades? De cualquier forma, las consecuencias están a la vista: mayor polarización, un vacío difícil de llenar para cualquiera que quiera mediar entre los candidatos y la equidad está hoy puesta en tela de juicio. Y lo peor de todo es que se complica la de por sí difícil tarea de los órganos electorales y jurisdiccionales, puesto que no es fácil llamar al orden al principal activo y líder del partido y, por otra parte, ya vimos con el IFE lo que sucede cuando la autoridad se hace ojo de hormiga.

Al margen de consideraciones políticas sobre la decisión que legítimamente tomaste de expresar tu apoyo a un candidato, la carta que firmaste, y que se está distribuyendo en los domicilios de los militantes en todo el país, viola claramente el artículo 45, numeral 6, inciso d) que dice: “Igualmente queda prohibida la distribución, afiliación (sic) o empleo de cualquier tipo de propaganda distinta de la producida y proporcionada en condiciones de igualdad a todos los por la autoridad electoral partidista”. Y del acuerdo tomado por el Comité Técnico Electoral el pasado 14 de febrero que en el numeral quinto: “Queda totalmente prohibida la contratación de todo tipo de propaganda impresa distinta a la que imprima y distribuya la Comisión Técnica Electoral con los recursos puestos a su disposición”. La argumentación, como tú dirías, huizachera, de que esa norma no vale para los simpatizantes es insostenible, pues, además de querer justificar burdos fraudes a la ley, olvida que una de las razones que originaron ese artículo del Estatuto fue evitar la propaganda de terceros, la cual, por cierto, sufrimos en el 2006 con los spots del Consejo Coordinador Empresarial que, para perplejidad de la sociedad mexicana, quedaron vergonzosamente impunes.

Por si eso fuera poco, la simple impresión de seis millones de cartas y su distribución rebasa los topes de gastos de campaña que es a razón de 20 centavos por afiliado. Para que no se malentienda, quiero dejar inequívocamente establecido que no veo dolo ni mala fe en tu actuación y adjudico los hechos a tu desconocimiento de esa parte del Estatuto, y además considero inconveniente sancionar a cualquiera de las fórmulas. Pero ahora que sabes de la ilegalidad, estoy seguro de que actuarás en consecuencia. Como bien le escribiste a Vicente Fox el 22 de mayo de 2006: “La defensa de la ley es una asamblea permanente”.

Estoy convencido, Andrés Manuel, que todavía puedes jugar un papel fundamental por la unidad partidaria y la estabilidad del proceso. Nadie, dentro del PRD, puede desconocer tu liderazgo ni el avance que significó para la izquierda tu candidatura. Por eso, la aportación que hagas en ese sentido sería invaluable. Y es que, por desgracia, también se está reproduciendo la guerra sucia en la contienda interna. Como de seguro estás enterado, hay quienes con perversidad quieren presentar la elección como una confrontación entre “leales” contra “traidores”. Imagínate hasta donde ha llegado la inquina, que la infamia de la traición se ha extendido a personas que han estado cerca de ti en momentos claves de tu trayectoria política. Tú puedes ayudar mucho, si quieres, a que sean las ideas, y no la vileza, las que prevalezcan.

Es de sobra conocido que al interior del partido existen diferentes puntos de vista respecto a la estrategia que debe seguir el PRD, y eso es, como tú lo has apuntado, normal y legítimo. Pero falta tolerancia y respeto por el otro. De manera indebida suelen usar tu nombre para perseguir y denostar a los que discrepan. Y eso afecta no sólo al movimiento que al “depurarse” mediante persecuciones y cacerías de brujas se aísla y proyecta una imagen autoritaria sino también a ti mismo, pues sirve a nuestros adversarios para caricaturizar tu liderazgo y presentarlo como si éste fuera intolerante. Te invito a que acabemos con las campañas de odio entre compañeros y mostremos que es posible coexistir con respeto y unidad a pesar de las diferencias.

Así mismo, coadyuvemos con las labores del Comité Técnico Electoral y de la Comisión de Garantías. Ambas instancias están conformadas por personas honorables, integras y profesionales, pero dada la conocida debilidad institucional del partido requieren de todo el apoyo posible para que puedan cumplir con éxito la difícil tarea que se les encomendó. Démosles confianza y respaldo, y no generemos espacios de impunidad para quienes transgredan las normas. Te propongo que hagamos causa común con todas las fuerzas para que la elección sea limpia y vigilada, y se acepten los resultados, sean cual sean. Estoy cierto de que cualquiera que gane tendrá una relación cordial y cercana con la Convención Nacional Democrática y con el Gobierno Legítimo, y que no le reconocerá legitimidad alguna a quien se impuso mediante el fraude. Perdón si me excedo, pero no creo que ayude, a ti o al partido, que lo encabece alguien que a todo te diga que sí.

Como ves, Andrés Manuel, sólo te pido congruencia. Me despido, no sin antes expresarte mi aprecio y admiración por tu trayectoria. No tengo dudas de que la mejor forma de expresar respeto es hablando con franqueza. No soy de los que prendo incienso, adivino gestos para complacer deseos ni recito alabanzas. Pero créeme que para defender el petróleo de la nación y mantener unido al PRD puedes contar conmigo. Recibe un abrazo y mis consideraciones.




¡Democracia ya, Patria para todos!



Fernando Belaunzarán

No hay comentarios.: