lunes, 26 de mayo de 2008

LA IMPORTANCIA DEL DEBATE

El debate sobre la reforma energética le está dando un giro a la lucha política en torno al tema. Lejos de ser "una vacilada" o un "diálogo de sordos", está redimensionando las posiciones y, ¡oh sorpresa!, demostrando que la verdadera fuerza del rechazo a las iniciativas privatizadoras de Calderón está en las razones antes que en la presión callejera. Aunado a ello, la dinámica misma de una discusión de buen nivel obliga a presentar propuestas con lo que también se aleja la infausta posibilidad de que todo quede como está. Bien para el PRD que debe combatir tanto la privatización como el estancamiento. Y mejor aún si le permite impulsar métodos acordes con el consenso social que sus ideas están construyendo y, por lo mismo, abandonar el desprecio por la opinión pública que se mostró durante las tomas de tribuna y, en su lugar, intentar que buena parte de ésta se manifieste a su favor. Para ello sería importante dejar atrás los resabios martirológicos que aluden al sacrificio y a "pagar costos" por defender a la patria siendo que se trata de una causa popular que cuenta con argumentos convincentes en todos los órdenes y, para colmo, tiene a la historia y al nacionalismo de su lado. En todo caso, una izquierda inteligente debiera prepararse para cobrar los réditos de dar una lucha tan cargada de simbolismo y con tantas razones para sostenerla.
Gracias al debate que en su momento fue subestimado incluso por el mismo Andrés Manuel López Obrador que lo veía como un ardid para ganar tiempo, la propuesta democrática de someter a referéndum las iniciativas ha adquirido sentido y consistencia en la sociedad. Las ideas expuestas han hecho que la defensa del petróleo ya no parezca un simple pretexto para escalar el conflicto político a los niveles del 2006 y han vuelto pertinente y necesaria la consulta a la ciudadanía. El sustento de la oposición a la intentona privatizadora dejó de ser la presión arrogante para abrir paso a la persuasión convincente, misma que significa inmensas posibilidades para el ejercicio de la política, entendida ésta como capacidad de sumar lo diverso en torno a objetivos concertados, la cual hasta hace poco estaba anulada atrás de ese pobre discurso que pone de lado de los enemigos irredimibles al resto del mundo.
Es verdad que la lógica de construir el bloque más amplio posible en defensa de la soberanía petrolera choca con la dinámica hegemonista que busca establecer un único, claro e indiscutible liderazgo de todo el movimiento en la figura de Andrés Manuel López Obrador. Pero al margen de expectativas personales, el PRD debe llevar a cabo una ambiciosa política de alianzas y concitar apoyo y simpatías de diversos sectores, grupos y personas, aún entre quiénes no estén de acuerdo con llevar a cabo medidas extremas o no les genere confianza el ex candidato presidencial. Con el debate están dadas mejores condiciones para que otros partidos, incluido un importante sector del PRI, se opongan al contenido privatizador de las iniciativas y enarbolen junto con el perredismo una propuesta alternativa. Por supuesto, eso conlleva a aceptar una coalición horizontal con varios dirigentes prominentes, así como la existencia de diferentes esfuerzos organizativos y distintos planes de acción para conseguir los objetivos comunes. En ese sentido, cabe resaltar la oposición de Beatriz Paredes a algunos de los puntos más polémicos de las iniciativas, así como la ascendencia política y moral del ingeniero Cuahutémoc Cárdenas en un tema que maneja magistralmente.
El PRD debe presentar una iniciativa propia de reforma, distinta y alternativa a la presentada por Calderón. Limitar su actividad en este punto a oponerse sin presentar propuesta tiene varios inconvenientes. El primero es que se volvería una fuerza conservadora y contraria al interés nacional, pues urgen hacer cambios para fortalecer a PEMEX, quitarle la enorme carga fiscal, modernizarla, impulsar la exploración, detener la corrupción y la ineficiencia, etc. El segundo es que la ausencia de propuesta lo debilita ante la opinión pública y le da la razón a la campaña de desprestigio de la derecha que lo presenta como un partido reactivo que sólo genera conflictos y no soluciones. Y el tercero es que se necesita contrastar la reforma calderonista con otra para llevarlas a un referéndum. Poner a la gente a decidir sobre las iniciativas privatizadoras o que todo siga igual sería tan absurdo como preguntar entre lo malo y lo peor.
Es fundamental tener presente y utilizar un elemento no menor que deviene de lo que han sostenido con rigor las ponencias de juristas tan destacados como Juventino Castro, Arnaldo Córdova, Jaime Cárdenas y Sergio García Ramírez: la inconstitucionalidad de las reformas calderonistas. La defensa de la Constitución cubre de legitimidad incuestionable al movimiento contra la privatización del petróleo y coloca de lado de la ilegalidad a sus promotores. Este punto debe ser uno de los núcleos discursivos dentro y fuera del Congreso. El gran movimiento estudiantil de 1986-87 basó gran parte de su éxito en poner por delante el artículo tercero constitucional. Por cierto, en aquel entonces fue fundamental el llamado "diálogo público" que se efectuó en el auditorio "Che Guevara" de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y que permitió a los estudiantes convencer a buena parte de la opinión pública de la justeza de sus demandas. No en balde su lema era "con la fuerza de la razón". Y es que para la izquierda auténtica siempre es fundamental, antes que cualquier otra cosa, ganar el debate.
De paso…
Inquisición. Salvaje y callejera fue la respuesta de Izquierda Unida a la resolución de la Comisión Nacional de Garantías que validó al Consejo Nacional que nombró a Guadalupe Acosta Naranjo y a Marta Dalia Gastelum como Presidente y Secretaria General respectivamente. Dicen que respetan a esa comisión, que la ven como última instancia y que confían en su honorabilidad, pero el linchamiento mediático contra uno de sus miembros los desnudó por completo. Toda la inquina de la que son capaces, que no es poca, la dirigieron contra el ex procurador de la PJDF, Renato Sales. A la otra integrante que votó a favor de la resolución ni la tocaron. La razón es que a él lo ven como parte de su bloque por haber sido alto funcionario del gobierno de AMLO y fungir como asesor del jefe de Gobierno, es decir, lo consideran políticamente comprometido con ellos. No conciben que alguien en el partido pueda ponerse por encima de las facciones y actuar con independencia. La respuesta del comisionado ante los ataques que sin prueba alguna lo acusaban de haberse vendido fue insuperable: "El león cree que todos son de su condición"… Además de justa y responsable, la señalada resolución logró fortalecer la vida institucional, no sólo porque ya se anunció que todos acudirían al CEN sino también porque, se los aseguro, ya nadie faltará al Consejo Nacional por el cálculo político de reventarlo… Una consecuencia negativa es que, al ser el evidente y reconocido fiel de la balanza de la CNG, Renato Sales centra todas las presiones imaginables, y quizás hasta otras. Y no puede ser de otra manera cuando para uno de los contendientes ya no hay mañana y sólo le queda una única y última carta, en virtud de que ha renunciado a acudir a otra instancia y está cerrada la posibilidad de acuerdo entre las partes. Difícil para cualquiera ponerse en sus zapatos… El escándalo mediático por la paternidad de Santiago Creel de Constanza, hija de Edith González, pone al descubierto el morbo de cierta opinión pública que es incapaz de reconocer los límites de la vida privada. Lo único bueno es que el que esperaba golpear por esa situación al senador de la república le salió el tiro por la culata…La cruenta lucha contra el crimen organizado está fuera de control. Si el Estado no es capaz de dar protección a sus mandos, entonces la guerra está perdida…

1 comentario:

julio dijo...

Bueno,muy completo tu analisis.Definitivamente el debate rebelde que inspire revolución entre el pueblo obliga a los mismos politicos a ponerse a trabajar.