miércoles, 18 de junio de 2008

EL VALOR DE LA CONSULTA

19 de junio de 2008



Fernando Belaunzarán


Como hasta el momento no ha prevalecido la madurez ni la visión de Estado para legislar sobre el plebiscito y el referéndum a nivel federal y abrir con ello una salida institucional a la tan anunciada confrontación por la reforma energética, no queda otra que consultar a los ciudadanos de la mejor manera que se pueda. Y es que la consulta sobre la reforma energética se va a hacer. En todo caso, lo que está por verse es cuál será su influencia dado que no es jurídicamente vinculante y su peso político y moral dependerá de la calidad del proceso y la cantidad de los votantes, evaluados según las condiciones en que se lleve a cabo la consulta.

Pero para tener una perspectiva adecuada del ejercicio se requiere, antes que otra cosa, tener claridad acerca del para qué de la consulta, pues no necesariamente sus promotores buscan lo mismo. Si bien sus promotores principales coinciden en defender el petróleo, rechazar las iniciativas privatizadoras de Calderón y fortalecer a PEMEX, la divergencia que existe en la línea política para enfrentar al gobierno que se considera ilegítimo y luchar por el poder, como corresponde a cualquier partido político, trae como consecuencia natural que se vea diferente el papel que debe desempeñar el instrumento plebiscitario, sobretodo una vez que éste haya concluido.

Si se piensa que es a través de las instituciones y por la vía democrática como se deben dirimir las discrepancias en el país y pugnar para gobernarlo entonces la consulta debe servir para orientar a los legisladores en las cámaras sobre su actuación, para sumar a sectores de la opinión pública a favor de una posición nacionalista, para poner bajo lupa lo que se haga en el Congreso y para pasar la factura a los partidos que avalen una propuesta contraria a lo expresado en la consulta, de tal suerte que paguen los costos en las elecciones intermedias. Pero de ninguna manera para legitimar pretensiones aventuradas de insurrección.

Por el contrario, si lo que se quiere es fortalecer “el movimiento” para provocar una crisis política y social que desemboque en un cambio de régimen entonces convendría que se dé la imposición para tener un agravio con el cual escalar el conflicto. En esa lógica no se puede aceptar ningún tipo de negociación y se debe trabajar únicamente para pavimentar el rechazo callejero a cualquier propuesta que se presente y exhibir a “los traidores a la patria” que impondrían la reforma antipopular -y si lo hacen en sede alterna pues mejor. El objetivo no pasa por aprobar una reforma energética beneficiosa para el país y que evite la privatización explícita o encubierta. Más bien es al revés: entre más entreguista y antinacional sea lo que se apruebe será más fácil sensibilizar “al pueblo” del atraco y llevar la confrontación a las calles.

En este último caso, la consulta serviría fundamentalmente para negar cualquier elemento de legitimidad a una iniciativa contraria a la opinión ciudadana y una justificación para agudizar la confrontación. Aunque parezca increíble, este es el escenario que acaricia tanto Felipe Calderón como Andrés Manuel López Obrador, pues ambos creen que la polarización les ayuda. Al primero porque pretende convertir la votación del 2009 en plebiscitaria y que la gente se pronuncie por él o por su antagonista y, por lo mismo, sumar a favor de su partido el rechazo social que la dinámica seguida por AMLO durante los últimos dos años le ha traído a él y al PRD. Al segundo porque no le preocupan las urnas de la elección intermedia sino la posibilidad de radicalizar la resistencia civil y poner en jaque al gobierno ilegítimo mediante la movilización.

Mientras los dos protagonistas del 2 de julio del 2006 juegan con fuego en medio de pozos petroleros, el resto del mundo político haría bien en no dejarse secuestrar por los extremos y abrir un cauce democrático para mantener dentro de las instituciones la lucha contra la controvertida reforma energética. Los debates del Senado han servido para sepultar intelectual y políticamente a las iniciativas de Calderón al grado que éste se ha visto forzado a hacer cambios drásticos y recurrir a la franca provocación para tratar de revivirlas. En ese sentido, la consulta puede ser fundamental para darle la puntilla a sus elementos privatizadores y nefastos, pero también para construir una alternativa que fortalezca a PEMEX, ayude al país y resguarde la soberanía energética. Si el debate ha dado consistencia a la oposición a lo propuesto por el Poder Ejecutivo, así como a la generación de una propuesta diferente, la consulta significa la oportunidad para evitar el choque de trenes y proporcionar legitimidad a una ruta de amplios consensos que se construya entre las iniciativas y su simple rechazo.

Para que dicha posibilidad se haga realidad es preciso dotar a la consulta de un elemento crucial: credibilidad. La pregunta debe ser profesional, sin sesgo, técnicamente impecable y avalada por expertos que recojan lo expuesto en los debates. Además, junto con el rechazo a lo que se considera inadmisible, también debe indicar por dónde transitar, qué es lo correcto, lo necesario, lo deseable. En lugar de una posición cerrada e intransigente, el mandato a los legisladores que hagan suya la consulta es de buscar acuerdos con los otros partidos dentro de los márgenes y los ejes establecidos por la opinión ciudadana. Es decir, la consulta marcaría los límites, pero también abriría perspectivas de una reforma posible y benéfica para la nación.

En ese sentido es de celebrarse que el Instituto Electoral del Distrito Federal haya accedido a organizar la consulta, pues eso genera certeza y confianza en el proceso y en sus resultados. También lo es el que diversos gobiernos, estatales y municipales, decidan impulsar la consulta para que sus habitantes sean tomados en cuenta en el Congreso de la Unión en la resolución de un tema por demás trascendente. EL PRD acordó en su pasado Consejo Nacional impulsar la consulta nacional el próximo 27 de julio. Seguramente en los próximos días se sumarán otros partidos, organizaciones sociales, ONG’s, académicos, intelectuales, personalidades, etc. La sorpresa que nos dio el Colegio de Abogados Católicos para impulsar la consulta y promover el voto a favor de las iniciativas de Calderón es una muy buena señal en virtud de que pluraliza la convocatoria. Por supuesto, organizar una consulta en todo el país no es fácil y la disposición del órgano electoral en el DF es la excepción y no la regla. Sin embargo, la consulta va…


De paso…

Creel. Mucho se ha especulado acerca de los motivos que llevaron a la remoción del Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN en el Senado. No podía ser de otra manera dadas las formas que se utilizaron y que se pueden sintetizar en el típico y tradicional madruguete que tanto se estilaba en el viejo régimen con el partido oficial. Además, es verdad que Santiago Creel encabezaba por mucho las preferencias electorales en el partido blanquiazul; también lo es que las televisoras no lo quieren, así como su vocación reformista y tendiente a los acuerdos más que a la imposición. Su cabeza rodando expresa que hoy por hoy los ultras de la derecha son los que dominan los ánimos en la residencia oficial de Los Pinos y que no existe la intención de negociar una reforma energética de consenso… Calderón niega ser de derecha y cuestiona a sus adversarios políticos con acritud y rudeza en la prensa española. Provocaciones que demuestran que lo que verdaderamente quiere el titular del Ejecutivo es fortalecer al ala intransigente del PRD. Esa es la forma más fácil para que el partido del sol azteca se desprestigie…Mientras tanto, ese priísta químicamente puro, el tal José Ángel Ávila que por azares del destino está al frente de la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal, sigue aplicando la receta porfiriana de mostrar la zanahoria y el garrote a todo aquel diputado que no se alinea en la Asamblea Legislativa. Para él, la política eficaz es la que es capaz de corromper y destruir…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fernando, agradezco la calidez con la que atienden (atiendes) en tu oficina.

Me da mucho gusto la amabilidad con que se dirigen a las personas.

Te agradezco también, enormemente, la respuesta sobre la existencia de ejemplares de tu última publicación (Herejías políticas en momentos decisivos), la cual por ningun motivo acepto sea enviada de manera totalmente gratuita, en fin. Espero pasarme pronto por las oficinas de formación política; me gustaría que se impartieran algunos cursos sobre este tema tan importante ya que es más que imprescindible formarnos políticamente en la izquierda.

¡Gracias!

Sigo leyéndote en herejía política.

Anónimo dijo...

Compañero Belauzarán: Sólo para decirte algunas precisiones, que si bien como lo planteas que "fue una estrategia de Calderón y los conservadores que le apoyan, esta es mi reflexión de los hechos:

1.- Por querer iniciar una campaña hacia las elecciones intermedias del próximo año, Marcelo y Joel Ortega propiciaron un Estado Policía casi totalitario. Con las debidas limitantes del concepto, pues ministerios, judiciales y policías actúan bajo consignas, de consignar-valga la redundancia- para aumentar cifras... Eso fue el caso Divine y no veo porqué aplicar el sarcasmo o burla si los hechos están ahí, cuide el sentido de su discurso, porque resta votos y el voto de los jóvenes definirá el rumbo del 2009.

2.- Todos encontraron en el caso Divine el morbo, la revancha, la legitimación del status quo... Pero salieron a relucir muchas cuestiones del propio sistema del GDF, nuestro partido y de la sociedad: SEGUIMOS VIVIENDO EN LA IDIOSINCRACIA DEL "QUE NO TRANZA NO AVANZA", "DE LA CORRUPCIÓN DISCRECIONAL" "DE LAS CLIENTELAS, AMIGUISMOS, COMPADRAZGOS" E "IMPOSICIONES".

3.- Es grave todo esto, pues todo implica una historia del nunca acabar, Ni AMLO, Ni Felipe, Ni partidos políticos lo podrán cambiar... Se requiere mucha autoridad -sin que se confunda con autoritarismo- pero lo que se debe ir pensando es estructurar y reeducar a la sociedad.

Por ello, le pido seamos como compañeros de partido y de posición política, que aceptemos los errores que indirecta y directamente se cometen en el ejercicio del poder público... porque si se hubiera profundizado más en las investigaciones la SSP,la delegación GAM, el GDF actuaron con alevosía, ventaja y perversión y que trataron a los menores como delicuentes los trataron... o ya se le olvidó cuando le trataron así...

Este comentario es solo para reflexionar y que sea tomado en consideración por usted.