jueves, 28 de mayo de 2009

LA NARCOCAMPAÑA DE FELIPE CALDERÓN

Fernando Belaunzarán


En consonancia con la estrategia electoral del PAN que pone en el centro la lucha del “presidente contra el crimen”, el gobierno federal está implementando operativos espectaculares de alto impacto mediático para reforzar precisamente ese mensaje. Con ello, pese a su explícita negativa al respecto, Felipe Calderón decidió emular a Vicente Fox y ser protagonista de las campañas e incluso convertirse en punto de definición de la intención del voto.

Lo hace de manera irresponsable, pues no sólo utiliza al Estado para inclinar la balanza a favor de su partido sino que al golpear con intenciones facciosas a sus contendientes por supuestos vínculos con el narcotráfico enrarece aún más el clima político, presagia la permanencia de una guerra sucia y sin cuartel al menos hasta el 2012, determina desde ahora una sucesión presidencial conflictiva, contribuye al desgaste de un sistema político que cuenta con un alto grado de desprestigio social y dificulta las impostergables respuestas a los graves problemas del país y que requieren de grandes consensos.

De por sí, urge construir una salida institucional y con amplia legitimidad a este régimen disfuncional que se encuentra atascado a la mitad del camino entre el viejo autoritarismo y la consolidación democrática. Sólo así se podrá culminar la transición. Pero al minar los puentes entre las fuerzas políticas y contaminar la relación entre los actores se termina fortaleciendo a las tendencias regresivas y conservadoras que pugnan por el retorno al presidencialismo omnipotente y se truenan los dedos para que se presente un escenario de ruptura que le de entrada a la mano dura y al control absoluto desde el centro. Y no es que quiera ser aguafiestas y despertar de sus dulces sueños a los que creen que la descomposición política les abrirá el camino para “salvar a México”, pero las circunstancias favorecen mucho más un giro a favor de la derecha autoritaria en caso de colapso.

Los momentos y las formas de los operativos policiacos están siendo claramente electoreros. No me refiero propiamente a la diferencia de trato: deferente hacia el gobernador panista de Morelos, Marco Antonio Adame, insolente con el gobernador perredista de Michoacán, Leonel Godoy, que por cierto ha cooperado de manera notoria y constatable con el gobierno federal en el combate al narco desde el inicio de su gobierno a pesar de los ataques vociferantes del fundamentalismo pejista. El punto es la pretensión de encumbrar al presidente de cara a los comicios.

En ese sentido, lo de menos es que para cubrirse se cuiden de atizarle a todos los partidos, incluido al PAN. Lo fundamental de la estrategia, como dijimos, es resaltar mediáticamente la labor “valiente” del presidente y su decisión de atacar al crimen, incluso al que goza de protección política, dejando entrever que los partidos distintos al suyo cobijan y se benefician de conductas ilícitas. En pocas palabras, quieren convertir a Calderón en el candidato virtual del partido en el gobierno y vender la insidia de que el presidente y el panismo son los únicos dispuestos a pagar los costos de enfrentar al narcotráfico. De poco importa que sea una guerra que no se pueda ganar, que la violencia crezca exponencialmente y que la droga llegue a todas partes con todos los perjuicios que trae una industria ilícita, pero próspera y rentable. De lo que se trata es de fabricar un héroe que además de salvar a la humanidad del tremendo virus de la influenza que costo 80 vidas mexicanas, por una cuestión de “principios” decide librar la batalla contra el mal.

Por supuesto que el crimen organizado a penetrado en altas esferas del poder público y por supuesto que es necesario actuar con energía para combatir la corrupción ligada al narco, pero lo que está pervirtiendo esa justa y necesaria intención es la subordinación de la justicia al impacto mediático proyectado en función del interés electoral. Todas las encuestadoras serias habían señalado que si el tema dominante en las campañas es la crisis económica perjudicaría al PAN mientras que si el foco de atención giraba hacia la seguridad le convendría. Las acciones espectaculares de detención de presuntos narcopolíticos pretenden precisamente que la opinión pública centre la agenda en el asunto del combate al crimen que aunque analizado fríamente resulta un fracaso rotundo para la actual administración la percepción social ha valorado positivamente la decisión reiterada de Felipe Calderón de mantener al país en guerra declarada contra el crimen a través de la pantalla del televisor.

Como no hay gobierno municipal que pueda competir técnica, económica y militarmente contra el narco hay algo de mañoso en culpar a las autoridades municipales de lo que se hace o deja de hacerse en materia de combate al tráfico de drogas. Para muchos policías o funcionarios de ese nivel oponerse al narcotráfico resulta poco menos que un suicidio y no tienen más alternativa que mirar hacia otro lado o renunciar. No es secreto que los cárteles controlan territorios enteros y que sólo el ejército tiene la fuerza para, por momentos, penetrar en ellos e imponer la ley. Sin embargo, en la cotidianidad muchos municipios están sometidos al inmenso poder de corrupción del narco, si cooperan, o de destrucción, si no lo hacen.

Al predominar la búsqueda del impacto mediático sobre la legalidad se corre un alto riesgo de arbitrariedades y abusos. No me refiero sólo al injustificable quebranto de la ley por parte de quienes están obligados a ser los primeros en respetarla –como sucedió en Michoacán- sino a algo todavía más grave e irreparable. Me refiero al prestigio y la reputación de personas que son detenidas para dar un golpe político que luego al demostrarse su inocencia no pueden recuperar su estatus ni su proyecto de vida. Después de exhibirlos en cadena nacional y horario triple A, su absolución va a pasar de noche. Y qué les va a decir después Calderón. “Disculpe las molestias que le ocasionamos al destruirle la vida a usted y a su familia cuando lo presentamos sin pruebas como un hampón ante toda la nación, pero mi partido necesitaba aumentar puntos en las encuestas”.

Para evitar confusiones, dejo establecido que se debe actuar con toda energía contra los políticos que sirven a bandas delictivas, pero que un profundo error que lo descompone todo es mezclar esa pretensión loable y necesaria con el cálculo político electoral del partido que gobierna el país. El narcotráfico es una amenaza a la seguridad nacional y debe enfrentarse con una política de Estado que no puede ni debe subordinarse a una facción aunque ésta gobierne.

Y es que además de la descomposición que la utilización facciosa de la justicia de por sí provoca se está trazando un camino ominoso para el país. Estamos ante la aplicación del modelo Colombia en el que un gobierno de derecha mantiene altos índices de popularidad a costa de sostener una guerra eterna contra el narcotráfico y la guerrilla, lo que, pese a sus altos costos económicos y sociales, resulta rentable políticamente para el gobierno que se aprovecha del miedo inoculado a perpetuidad en la sociedad mostrándose como irreductible y decidido a enfrentar ese gran problema que, eso ya no lo dice, él mismo contribuye a generar. En ese esquema la democracia naufraga y se encumbra a un “hombre fuerte”. Sería el regreso al Estado autoritario y al presidencialismo caudillista que tanto fustiga Germán Martínez en sus mensajes por Internet.


De paso…

Expulsación. La Constitución protege a todos los extranjeros en el país y les reconoce derechos. Si alguno de ellos es acusado de delitos en su país de origen o en cualquier otro hay mecanismos e instancias para procesar su deportación. Por lo mismo es inaceptable que se haya decidido expulsar del país al Dr. Miguel Ángel Beltrán Villegas por presuntos vínculos con las FARC y sin otro elemento que la petición del gobierno de Colombia. México que llegó a ser el santuario del derecho de asilo ahora entrega a perseguidos políticos sin trámite de por medio. Es vergonzoso que el gobierno mexicano se sirva de pueriles pretextos para evitar siquiera otorgarle el derecho de audiencia a un estudiante de posdoctorado en la UNAM, la mayor y más prestigiosa Universidad de América Latina. Además, el académico en cuestión no era un prófugo y salió de Colombia de manera legal y después de hacer sus trámites correspondientes en la Universidad colombiana que lo becó. Lo peor de todo es que lo entrega a un país que se distingue por la violación a los derechos humanos bajo el pretexto del estado de guerra en el que se encuentra y que no hace mucho asesinó a estudiantes mexicanos en una acción violatoria del derecho internacional. No simpatizo con las FARC y sus execrables secuestros, pero, al menos, Colombia debió demostrar los nexos del académico con dicho grupo y el gobierno mexicano, por su parte, reconocerle la posibilidad de defenderse al Dr. Beltrán… Demetrio Sodi violó la ley de manera flagrante y desvergonzada con su aparición “sorpresiva” en el partido de semifinales de Pumas vs Puebla. Su entrevista “casual” es una burla, pues además de que estaba consignada en su agenda tuvo el lapsus de hablar de con desparpajo de “su compromiso con el deporte”. Nadie en sus cabales podrá creerle que la entrevista se realizó sin pago alguno. La autoridad electoral debe intervenir y anular su candidatura. Ana Gabriela Guevara “y su grupo de expertos” pueden ganar después de todo… Las encuestas demostraron que sería contraproducente la aparición del López Obrador en los aptos del PRD. La verdad era un verdadero despropósito darle juego a alguien que se esfuerza por diezmar al partido del sol azteca en 30 de las 32 entidades del país. Eso sí, nada hubiera expresado mejor el surrealismo político que se está volviendo costumbrismo… Por cierto, después del operativo en Michoacán parece que López Obrador y Calderón tienen un acuerdo: disminuir al máximo al PRD en la próxima elección. Uno por sectario y vengativo y el otro porque le teme más a la oposición racional que a los ultras de ocasión que se anulan solos... Pero esa no es la única coincidencia inconfesable. AMLO tuvo conocimiento y confirmación de que las candidaturas de Convergencia en el Estado de México se decidieron en el despacho del Secretario de Gobierno de la entidad y que Peña Nieto dispone a su antojo de esa “franquicia”. Tan es así que hasta el PT va en alianza con el PRD en lo local. Sin embargo el fin de semana El Peje fue al bastión perredista de Valle de Chalco a apoyar a los candidatos de Convergencia con lo que le echa una mano al PRI y a su gobernador que son los que ahí le compiten al perredismo. De poco sirve que AMLO denueste en sus discursos a Peña Nieto si opera para su beneficio. No cabe duda de que a veces puede más el odio… Monreal se tropezó con su cola en Zacatecas… Reconozco que en el momento que se detectó la influenza A1N1 no se sabía de la peligrosidad del virus y era correcto actuar con precauciones extremas. Pero ahora que se conoce que su contagio y fuerza son moderados –más aún en esta época del año- es un exceso que los gobernantes se sigan presentado como salvadores. Ni que estuviéramos en época electoral… ¿Cuándo el clientelismo adquirió carta de ciudadanía en la izquierda? ¿Cuándo lo redimimos? Y es que por donde uno camine encuentra espectaculares y bardas que dirigiéndose a madres solteras, adultos mayores, estudiantes, discapacitados, desempleados, etc, sin eufemismos o expresiones tangenciales, de manera directa, se les dice en resumen: “el gobierno de mi partido te apoya con recursos públicos, vota por mí”… Lo mismo se puede decir del chauvinismo de lo hecho en México… Con independencia de las consideraciones que se puedan tener sobre las posiciones políticas de Mario Vargas Llosa y sus tronantes declaraciones sobre el gobierno venezolano resulta indiscutible el derecho que tiene a expresarlas con toda libertad. Por eso resulta inadmisible el hostigamiento hacia su persona por parte del régimen encabezado por Hugo Chávez. No hay democracia posible y, por lo mismo, izquierda que la enarbole si no priva la tolerancia. Eso es pertinente recordarlo y reivindicarlo en Venezuela, pero también en México… El Barcelona para que vean sí se redimió después de que el árbitro le obsequió su pase a la final. Jugó como lo que es, el equipo que más bonito juega en el mundo, y se ganó en la cancha, con una cátedra de futbol, el trofeo más codiciado de Europa… Ah!, y para cerrar con broche de oro, esperamos que los Pumas se coronen aunque sea con gol de último minuto…

1 comentario:

Ernesto dijo...

Comprendo tu análisis sobre las implicaciones mediáticas y electorales, y las diferencias de trato entre gobernadores; es decir, entiendo que pueda haber consecuencias y gestos que afecten la vida política y electoral, de una manera en que distorciona la equidad.
Pero creo que estamos en un punto en que hay que distinguir muy claramente entre la forma legítima de acción contra el crimen por parte del Estado y el uso electoral que se pueda hacer de esta. Sobre todo porque la crítica al uso electoral de una acción legítima del Estado, no debe implicar la desacreditación de la primera.
Y me parece que tu reflexión lleva a la conclusión de que no debió ejecutarse la detención de los ediles y del procurador (o esperar a que fuera políticamente neutral), porque esta sólo tiene fines electorales.
A lo mejor, debemos reconocer el esfuerzo de combatir al crimen (siempre y cuando se haga actuando legalmente, lo que no necesariamente está pasando), y al mismo tiempo, objetar su uso electoral. La crítica es legítima, pero cual es el verdadero objeto de ella: El uso electoral o el combate al crimen.