domingo, 30 de agosto de 2009

JUANITO

Fernando Belaunzarán

La tragicomedia se impuso a la épica. La exhibición mediática del candidato triunfador en Iztapalapa acapara primeras planas y horarios estelares. No es por resaltar lo conocido, al pintorezco y emblemático personaje de las protestas noroñistas o de las disertaciones rupestres, ingenuas, francas, megalómanas y en ocasiones disparatadas, propias del prototipo de militante pejista que muestra devoción e incondicionalidad al líder, nítida visión en blanco y negro, predestinación para redimir a la patria, indubitable convicción de ser monopolizador de la verdad, exacerbado sectarismo e intolerancia con cualquier discrepancia y la firme creencia de que posee la capacidad única de interpretar y representar en exclusiva al "pueblo"; en fin, todo lo que les transmite Andrés Manuel López Obrador, dirigente indiscutible de ese “movimiento”. El reciente éxito en los medios del popular Juanito se debe a otra cosa: a la sorpresa que causa el que no quiera representar dócilmente el papel de político desechable que se le asignó, mostrando un grado de independencia que nadie le reconocía, empezando por los que se decían sus compañeros.

En efecto, los trovadores obradoristas que cantan la heroicidad de la victoria -no contra el PAN o contra el PRI, tampoco contra Calderón o contra Peña Nieto, sino contra los Chuchos- ahora se indignan porque Rafael Acosta, Juanito, resultó no ser el pelele que esperaban, es decir, sumiso y obediente. Los que durante la campaña hablaban de “linchamiento mediático” por los cuestionamientos hechos a López Obrador por haberle impuesto –“libremente”- el innoble rol de prestanombres en la elección y tratarlo de manera despectiva, ahora con ligereza señalan que está siendo manipulado por “la derecha”, “la mafia”, “Nueva Izquierda” o bien seducido por “el canto de la sirenas” que viene siendo lo mismo. El caso es que los que lo promovieron son ahora los primeros en negarle públicamente el más mínimo grado de discernimiento propio.

No extraña el desprecio. Los que más apelan al “pueblo” o a “las bases” para sustentar una legitimidad discursiva suelen ser los que más ningunean a la gente común precisamente porque los ven como instrumento dúctil al servicio de sus necesidades. Al menos así sucede con los que promueven políticas clientelares. Tampoco debe extrañar que Juanito haya decidido aprovechar la oportunidad que tiene para poner condiciones al cumplimiento de su palabra en plaza pública: tiene aspiraciones, su coyuntural fama le hace vislumbrar futuros promisorios y a final de cuentas su romanticismo pejista no le alcanza para conformarse con alguna medalla al mérito del “Gobierno Legítimo de México”. Lo que rompe esquemas es que haga públicos planteamientos de negociación que normalmente se hacen en privado. Por desgracia, pedir, negociar y acordar una cuota de puestos y cargos en los gobiernos –muchas veces al margen de perfiles- son prácticas habituales que por pudor y mala conciencia no se dan a conocer. Pronto veremos si lo que Juanito busca es proyección política o dinero. Si es únicamente lo segundo, el problema no tardará en resolverse.

“No te la vayas a creer” le espeto sin mucha consideración López Obrador a Juanito en una imagen que se transmitió y retransmitió hasta la saciedad en las pantallas de televisión. Ya hay muestras de sobra que no sólo se la creyó sino que hasta está listo para ir por más. Su aspiración de contender por la presidencia de la república es a todas luces desproporcionada y delirante, pero si lo comparamos con el líder que, al estilo de Antonio López de Santa Anna, se presenta a sí mismo como salvador de México pareciera que sólo se mimetizó aunque tal megalomanía la exprese de manera más burda y chusca.

Juanito no niega su compromiso público, pero se aprovecha del apotegma legitimador, absolutorio, redentor y propiciatorio que aunque demagógico tiene el filo de utilizarse contra su principal ministro de culto: “el pueblo manda”. Y el jefe Delegacional electo está tan seguro de que “el pueblo” lo apoya como lo está AMLO de que su cargo como “presidente legítimo” se lo dio ese mismo sujeto colectivo. En virtud de que “el pueblo” siempre coincide con la opinión y los intereses de quien se asume como su vocero entonces podemos adelantar que “el pueblo” no se pone de acuerdo consigo mismo, con lo que se demuestra, contra el dogma pejista, que “el pueblo” puede tener más de una opinión, por tanto es divisible y nadie puede representarlo en su totalidad. Sólo espero que esta disputa de “pueblo” vs “pueblo” no la quieran resolver en una votación en el Hemiciclo a Juárez porque entonces sí le hacemos una misa negra al Palillo para decirle que la realidad superó a su comedia –si de por sí.

Entonces se vislumbra, si es que no lo disciplinan antes- que Juanito exclusivamente va a ceñirse a lo que se comprometió, que es pedir licencia –los cargos de elección popular son irrenunciables- y no hará ninguna colaboración extra para que el intrincado procedimiento autoritario y caprichoso que disponía no sólo de su renuncia sino también de la participación del jefe de Gobierno y de los diputados electos se cumpla. Mala noticia para Marcelo Ebrard que esperaba poder librarse del escarnio público que le va a significar cumplir con la encomienda mitinera de Andrés Manuel López Obrador. Ya había ideado que Juanito nombrara a Clara Brugada Directora General Jurídica y de Gobierno para que lo sustituyera por ley en el cargo hasta que la Asamblea Legislativa la ratificara o siguiera como encargada del despacho hasta el fin del trienio. Pero como eso no venía estipulado en el acuerdo tomado a mano alzada por “el pueblo” reunido en la explanada de la Delegación Iztapalapa parece que el escenario al que apuesta Juanito es que, como dijimos, pida licencia, Marcelo se trague el sapo, sea obediente y proponga a Brugada como jefa Delegacional interina, ahí le sea rechazado el nombramiento y Rafael Acosta con todo y cinta tricolor en la sien regrese a concluir el periodo por el que fue electo. En cualquier caso, Juanito siempre tendrá como garantía la posibilidad de retirar su licencia y regresar al cargo.

Con la vieja costumbre de no asumir responsabilidades, el pejismo culpa al tribunal electoral del espectáculo cómico y grotesco que entre divertidos, azorados y apanicados están viendo los mexicanos. Decir eso es sencillamente absurdo. Es como si un aprendiz de curandero al hacer patente su desprecio por la medicina occidental obligue a un enfermo de gripa a beber un brebaje exótico preparado a la limón que termine por matarlo y durante el funeral de éste no se le ocurra otra cosa que arremeter contra el virus con una filípica.

El fallo controvertido sobre una elección interna por demás desaseada y cuya diferencia fue mínima no justifica el pretender burlar leyes y tribunales con fórmulas alucinantes. El origen del problema es que para AMLO el 2009 fue visto como una oportunidad para saldar cuentas pendientes con su disidencia en el PRD en lugar de pensar en enfrentar a las opciones de derecha. Con ello además de cadyuvar con el desplome electoral de la izquierda en su conjunto convirtió a Iztapalapa en el escenario privilegiado de la lucha fraticida entre perredistas. Es evidente que pese a sus denodados esfuerzos por disminuirse, en las zonas populares de la Ciudad de México López Obrador todavía conserva un innegable respaldo de la población; pero tan importante como tener poder es saberlo usar y el hígado suele ser mal consejero. Quien aspira a conducir la nación debe actuar con serenidad y prudencia y no jugar de esa manera con el destino de la gente.

Nadie debe extrañarse de que lo que comenzó como farsa continúe y termine igual. En esta tragicomedia, lo cómico puede servir para caer en la cuenta de los excesos y las carencias de una clase política de la que, pese a deslindes, el sector obradorista es miembro por méritos propios y plenos derechos. Pero la tragedia es tener en vilo a Iztapalapa, convertir a millones de personas en rehenes de la lucha inescrupulosa por el poder, incluso dentro de un mismo partido. No cabe duda de que estos son tiempos de reír y llorar.


De paso.

Kennedy. Falleció el más joven del famoso y poderoso “clan”. El Senador Edward Kennedy, calificado por Barack Obama como “el más grande legislador de nuestros tiempos”, trabajó intensamente por ensanchar libertades y derechos, combatir la discriminación y mejorar la calidad de vida de los más desprotegidos en los Estados Unidos. Un luchador de causas que se ganó el respeto de propios y extraños; prueba de ello es la inmensa y plural convocatoria que tuvo su sepelio. Un accidente automovilístico en el falleció su acompañante en 1969 lo alejó de la pelea por la presidencia de su país. Dos magnicidios contra sus hermanos, John y Robert, habían dejado muy claro que para algunos intereses oscuros y poderosos los Kennedy –católicos, liberales, demócratas y de ascendencia irlandesa- no eran bien vistos. No deja de ser simbólico que el primer presidente afroamericano en la historia de Estado Unidos despida al hermano del que impulsó de manera valerosa derechos civiles para las minorías raciales. Que Ted descanse en paz… Resultan inadmisibles las agresiones a la presidenta del PAN capitalino, Mariana Gómez del Campo, a las afueras del Tribunal Electoral del Distrito Federal por parte de un grupo de perredistas. Estos actos de porrismo desvirtúan a una izquierda que debe ser ejemplo de inclusión, tolerancia y convicción democrática. Es preciso que el PRD deslinde responsabilidades y sancione a los agresores. Sobra decir que el Gobierno del DF está obligado a garantizar la seguridad de los dirigentes de todos los partidos políticos en el ejercicio de sus derechos… Las razones que esgrime AMLO para negarse a una alianza con el PAN que pueda derrotar a Ulises Ruiz en Oaxaca son falaces. A finales del 2004 estaba en la presidencia Vicente Fox y la canallada del desafuero iba muy avanzada; sin embargo la coalición se dio y él la avaló. Todo está en no subordinar los intereses de los oaxaqueños, una vez más, a la perspectiva nacional… Ante la crisis y la evidente incapacidad de la administración de Felipe Calderón para enfrentarla con éxito es indispensable que exista un esfuerzo unitario del movimiento sindical, social, popular y campesino para coordinarse horizontal y democráticamente, no sólo para evitar que el costo caiga fundamentalmente en las espaldas de la población más desprotegida y defender conquistas y condiciones mínimas para una vida digna sino también para influir constructivamente en los cambios que se requieren para darle viabilidad a la nación. El país no puede seguir como está y es preciso empujar para que la transformación se de hacia la democracia y hacia la izquierda porque pudiera ser al revés… Es un grave error, un tremendo despropósito, pretender inculpar a Zeferino Torreblanca del asesinato de Armando Chavarría. Es muestra, por supuesto, de cómo el conflicto interno domina las pasiones al interior del PRD. La acusación es absurda, ligera, desproporcionada y fuera de toda lógica. Se debe, eso sí, exigir a las autoridades el pronto esclarecimiento del crimen y verificar el profesionalismo de las investigaciones. Pero si el culpable estuviera en el viejo caciquismo guerrerense entonces los asesinos han de estar contentos, quitados de la pena y listos para recobrar el poder que se les quito en el 2007… Es oficial, Michael Jackson fue asesinado. La procuraduría capitalina, siempre eficiente, ya cuenta con testigos que incriminan a “El Apá”… Juanito da para mucho más. Con su declaración de que Clara Brugada sería una “jefa Delegacional espuria” la aproxima a que la nombren “jefa Delegacional legítima” en la explanada del Parque Cuitlahuac… Los privilegios ofenden, y más aún en tiempos en los que los mexicanos se deben apretar el cinturón. Aunque no signifique gran cosa en el presupuesto, la austeridad debe comenzar por los de arriba y los funcionarios públicos predicar con el ejemplo. Aunado a ello se debe consensar una reforma fiscal integral de fondo que acabe con la evasión de las grandes empresas y sea verdaderamente equitativa. Digo, si lo que importa es el futuro del país… El triunfo de los Pumas al Querétaro supo como si hubiera sido al Barcelona…

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