lunes, 28 de septiembre de 2009

HONDURAS

Fernando Belaunzarán

Honduras pone a prueba la convicción democrática de todas las fuerzas políticas, así como la de los generadores de opinión. Más allá de simpatías o antipatías, de identidades o antagonismos, lo que está sobre la mesa es la fuente de legitimidad de un gobierno y, en ese sentido, la disyuntiva no podía ser más radical y, agregaría, dramática: las urnas o las bayonetas del ejército.

Hay quienes de manera más o menos elíptica y más o menos vergonzante pretenden darle un halo de justificación al golpe de Estado en aquella nación debido a que el gobierno derrocado es parte del bloque bolivariano que encabeza Hugo Chávez, presidente de Venezuela, ciertamente polémico y polarizante. Pero que nadie se confunda ni se engañe, mucho menos que pretenda confundir y engañar a la opinión pública: No existe el golpismo patriótico.

Pero además hay significado profundo de gran trascendencia en lo que sucede en Honduras. En un continente en el que hace no mucho proliferaban las dictaduras militares resulta indispensable detener cualquier intento de regresar en el tiempo y abrir la puerta al nefasto expediente de los golpes de Estado. De ahí la necesidad de tener una posición clara, contundente, sin titubeos, condenando a los golpistas hondureños, desconociendo al gobierno de facto y exigiendo la reinstalación en la presidencia de Manuel Zelaya para que concluya su mandato, en concordancia con los acuerdos de San José.

La llegada del presidente Zelaya a la Embajada brasileña en Tegucigalpa obliga a la comunidad internacional a adoptar posturas más firmes para obligar al gobierno de facto a dejar el poder y que se restablezca el orden constitucional. Y es que los golpistas muestran de manera cada vez más descarada su verdadero rostro, el de gorilas represores, que en un principio pretendieron ocultar tras la farsa parlamentaria que se montó para simular un dejo de legalidad en lo que a todas luces se trató de un golpe de Estado. Han prohibido las manifestaciones públicas e intervenido medios de comunicación opositores. No deja de ser simbólico que hayan usado un campo de futbol para llevar a los detenidos, tal y como aconteció en Chile tras la traición de Pinochet al gobierno de la Unidad Popular en 1973.

El pretexto que se utilizó para dar el golpe, un presunto intento de reelección inconstitucional mediante “apelación al pueblo” por parte de Zelaya se ha desvanecido y es claro, así se estipuló en los acuerdos tomados con Oscar Arias, que, tras regresar al poder, concluiría su mandato y entregaría la titularidad del gobierno al sucesor electo en los comicios presidenciales.

Por cierto, llama la atención que un número importante de editorialistas que con razón han cuestionado esta perversión de la democracia en algunos países de la región donde se recurre a mecanismos democráticos para legitimar el propósito autoritario de perpetuarse en el poder, callen frente a Álvaro Uribe que en Colombia está haciendo exactamente lo mismo. Espero que esa incongruencia no se refleje también en dejar pasar el acoso del régimen golpista a los medios de comunicación no oficialistas y que sus cuestionamientos sean al menos del mismo tono a los que hicieron al gobierno de Hugo Chávez cuando éste decidió, en mi opinión de manera equivocada, negar la renovación de la concesión a Venevisión. Veremos si su compromiso intelectual es con la democracia y la libertad de expresión o mantienen un doble discurso y tales valores son para ellos simples banderas pragmáticas que se utilizan de manera interesada y a discreción en la lucha ideológica contra el llamado “socialismo del siglo XXI” con el que, por cierto, no me identificó, pero considero inaceptable que se le combata con golpes de Estado.

Es significativo que haya sido Brasil el país que le dio cobijo en Tegucigalpa al presidente derrocado, pues dicha nación representa un paradigma distinto de la izquierda latinoamericana. Una decisión afortunada, pues muestra unidad de la región contra el gobierno de facto encabezado por el tal Michelleti y la decisión de no permitir un solo paso atrás en el avance fundamental de reconocer como única vía de legitimidad de un gobierno el voto ciudadano. El gran éxito de Lula como gobernante (es el más popular de América Latina) y su importante prestigio internacional se pusieron en la primera trinchera de una causa justa y apremiante. Justo es decir que el gobierno de Obama ha actuado de manera distinta respecto de administraciones norteamericanas anteriores que promovieron y cobijaron regímenes producto de golpes de Estado y que, por el contrario, ha contribuido a dejar sin agarraderas al golpismo hondureño. Hay que reconocer también que en este punto el gobierno mexicano ha actuado bien.

La hostilidad de los golpistas contra la Embajada de Brasil atenta contra el derecho internacional y debe cesar de inmediato. Dejarlos sin agua, evitar la entrada de alimentos, hostigar a los diplomáticos de aquella nación, etc., muestra el verdazo rostro de la dictadura hondureña que con éstas acciones sólo logrará aumentar la solidaridad con Zelaya. Frente a las amenazas de desconocer la inmunidad de del inmueble si no se le informa sobre la “situación” de Zelaya en la Embajada, Lula contestó de manera insuperable: “El gobierno brasileño no acata ultimátum de golpistas ni reconoce como gobierno interino a usurpadores del poder”. ¡Bravo!


De paso…

Alianzas. El PRD anunció una política de alianzas audaz y que debe de aplicarse para lograr avances democráticos en donde no llegó la transición. El país pasó del “presidencialismo autoritario” al “gobernadorismo autoritario”. Por eso vemos verdaderos señores feudales que en las entidades que gobiernan controlan los tres poderes, los órganos autónomos, algunos medios de comunicación y, donde se puede y se dejan, hasta partidos de oposición. Esta concentración del poder ha generado ambientes de cacicazgo y arbitrariedad, donde priva el autoritarismo, la corrupción y la impunidad. Por tal motivo es correcto hacer coaliciones opositoras para buscar la alternancia. Por experiencia dolorosa –recordemos a Fox- sabemos que alternancia no significa necesariamente cambio. Por eso, la alianza debe partir del compromiso explícito y público de un programa de transición en el estado para que no se trate de un simple cambio de personas en el poder… Oaxaca será sin duda el lugar más emblemático de la alianzas el próximo año, porque ahí se juntan los adversarios del 2006 para enfrentar a un gobernador controvertido que pudo terminar su periodo a pesar del gran consenso nacional que existió para sacarlo precisamente porque aprovechó la polarización que generó la pasada elección presidencial. Debe encabezarla el personaje que se comprometa con un programa de transición y tenga las mayores posibilidades de ganar. Pero como de lo que se trata es no sólo hacer una alianza amplia opositora sino de triunfar y, por lo mismo, derrotar a un operador electoral avezado en toda clase de mañas como Ulises Ruiz, esperemos que el candidato que surja tenga la capacidad y el oficio político de sumar e involucrar al mayor número de oaxaqueños a esa importante empresa y, por lo mismo, de superar pleitos pequeños y hacer que todos se identifiquen con el proyecto de transformación… Al popular y folklórico Juanito se le impuso una disyuntiva que se ajusta bien a los conocidos cánones de la Ley de Herodes: si renuncia es un “pelele” y si no lo hace es un “traidor”. Pero la cosa no es para divertirse, pues hay posibilidades de que se presenten hechos de violencia y no es en forma alguna halagüeño para la delegación más populosa del Distrito Federal que su suerte esté al garete de los efectos secundarios de un experimento estrambótico y autoritario. Lo que resulta patético es que quien inventó a “Juanito super star” culpé a todos menos a sí mismo de que se le esté derramando la leche. Él, Andrés Manuel López Obrador, tiene que hacerse responsable y darle solución al problema; hasta la fecha no entiendo por qué se rehúsa a platicar con su creación. Entiendo que los que avalaron “la estrategia tan notable” de votar por uno para votar por la otra que se encuentra en la boleta por otro partido porque en realidad ya no es la candidata empujen para que se cumpla el compromiso mitinero y luego demanden al jefe de Gobierno que, aunque él no juró en la plaza, también cumpla su parte al igual que los diputados locales para que por fin a Brugada se le haga ser jefa Delegacional; pero lo que no pueden esperar ni reclamar mucho menos exigir es que los que no estuvieron de acuerdo ni avalaron ese galimatías sirvan y trabajen para que se lleve a cabo… Marcelo Ebrard tendrá que verse hábil para salir de la trampa en la que el caso Juanito lo metió. Por un lado “el movimiento” va a hacer todo porque no gobierne el susodicho jefe Delegacional electo que compitió por el PT y cualquier titubeo puede costarle el sanbenito de “traidor” y sufrir furibundos ataques por parte del lopezobradorismo al que tanto le debe, teme y necesita; y por otro tiene que cumplir sus responsabilidades institucionales, entre otras, garantizar la toma posesión Juanito, salvaguardar su integridad física y proporcionarle las condiciones mínimas para gobernar si es que el personaje de la banda en la frente se mantiene en su decisión de asumir el cargo por el que formalmente fue electo. Mientras tanto los mexicanos sólo reafirmaran su convicción de que la lucha de los políticos es por el botín…Todo indica que en la elección del titular de la Comisión de Derechos Humanos de DF se impondrá la línea del gobierno con lo que quedará en entredicho la necesaria autonomía de una comisión que entre otras cosas debe vigilar la actuación de los servidores públicos. Emilio Álvarez Icaza realizó una labor excepcional al frente de la misma, al grado de volverse referente internacional, pero al parecer incomodó su independencia y profesionalismo y se prefiere alguien más a modo. Por desgracia, la autonomía que se mostró en la IV legislatura de la ALDF ya no siguió con la V y es más que evidente que de Círigo a Barrales se dio el tránsito de la congruencia a la obediencia… Así como se revisó el caso de la indígena Jacinta Francisco Marcial y se le dejó en libertad, se debe hacer lo mismo con los presos de Atenco cuyas condenas son absolutamente desproporcionadas… En el debate, el insulto es contraproducente. En lugar de grajearse simpatías y convencer a otros, a los que uno no tiene por seguros, se circunscribe a refirmar posiciones inalterables del sector más militante de la causa propia mientras aumenta el desgaste con el resto del mundo. Además, le da una puerta de salida al que está siendo interpelado. Se puede sostener una posición fuerte y crítica sin faltarle el respeto a nadie y eso es mucho más efectivo. Por eso creo que en lugar de perjudicar al gobierno de Calderón, los desfiguros de algunos diputados petistas terminan por hacerle un favor. Tan fácil que es derrotar en el debate con argumentos a una administración incompetente y rebasada por los problemas… Bret Favre, “El General”, a sus cuarenta años volvió a ganar un partido con pase cardiáco en los últimos segundos. El ahora mariscal de campo de los Vikingos sigue demostrando por qué tiene un lugar seguro en el Salón de la Fama…

lunes, 21 de septiembre de 2009

94 AÑOS DE ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ

Fernando Belaunzarán

El pasado 17 de septiembre cumplió 94 años el prominente filósofo marxista del Exilio Español, Adolfo Sánchez Vázquez. La fecha es importante no sólo por tratarse de un pensador de alcances universales sino también por la significación que tiene su vida y obra en estos momentos de crisis del capitalismo mundial y, por desgracia, también de crisis y confusión en la izquierda mexicana que da tumbos entre el burdo pragmatismo y el culto a la personalidad.

El conocimiento, la lucidez y la congruencia del Dr. Sánchez Vázquez conforman una fuente pletórica de enseñanzas en estética, ética y política para una izquierda cuyo desdén por la teoría favorece su extravío y que, en consecuencia, mantiene una práctica plagada de improvisación, ocurrencias, equívocos y contradicciones, mismas que están determinadas más por la lucha y conservación del poder –muchas veces del pequeño poder- que por la transformación del país de acuerdo a un programa que se plantee la construcción de una sociedad superior en libertad, justicia y democracia.

Adolfo Sánchez Vázquez llegó exiliado a México muy joven (24 años) a bordo del barco Sinaía en 1939, después de la generosa invitación que hiciera el General Lázaro Cárdenas del Río a los republicanos españoles tras el triunfo militar del fascismo en esa nación y en momentos en que en la Francia del Frente Popular les deparaba el hacinamiento en campos de concentración. La guerra civil lo llevó a interrumpir sus estudios de literatura en la Universidad de Madrid, así como a alistarse en el ejército republicano siendo miembro del Partido Comunista Español. Editó varios periódicos, tanto en la retaguardia como en el frente, y estuvo con la famosa división de Lister en la batalla de Teruel.

Sus propias exigencias intelectuales llevaron al poeta Sánchez Vázquez a interesarse en la filosofía y posteriormente a estudiarla en la Universidad Nacional Autónoma de México, actividad que tenía que combinar no sólo con la política –el Partido Comunista Español sobrevivía en el exilio- y con una intensa labor ideológica que desplegaba en diversas publicaciones sino también con traducciones y clases de ruso para sostener a su familia, pues aquí se reencontró y casó con la también exiliada Aurora Rebolledo con quién tuvo tres hijos (Adolfo, María Aurora y Juan Enrique)

El descubrimiento de los manuscritos juveniles de Marx, las revelaciones del Jruchev sobre las atrocidades de Stalin en el XX Congreso del PCUS y la invasión soviética de la entonces Checoslovaquia durante la histórica Primavera de Praga fueron hechos que junto con su ánimo abierto y espíritu crítico que por necesidad lo llevaban a chocar cada vez más con el dogmatismo y los estrechos márgenes de los manuales promovidos por el llamado “marxismo-leninismo” a través del tristemente celebre “Diamat” -por aquello del materialismo dialéctico- contribuyeron a su separación paulatina de las ortodoxias soviéticas, primero en el ámbito de la estética y después en el de la política.

Sánchez Vázquez ha sido un gran renovador del marxismo gracias a que su filosa y certera crítica, que retoma de Marx, no es condescendiente con nada ni con nadie, incluyendo al propio Marx al que en lugar de quemarle incienso y ponerlo en un nicho lo analiza con los ojos del presente y a la luz de la experiencia. La Filosofía de la Praxis es muestra del rigor, apertura y dinamismo de su pensamiento. Identifica lo esencial al retomar la Tesis XI sobre Feuerbach: “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo”. De ahí la importancia de la práctica transformadora que funciona como gozne entre los otros tres elementos del marxismo como filosofía de la praxis, formando con ellos una unidad dinámica e indisoluble: crítica de lo existente, proyecto de emancipación (en consonancia con dicha crítica) y conocimiento de la realidad que se quiere transformar para que los objetivos y los medios para conseguirlos sean efectivamente viables. Retroalimentación permanente entre teoría y práctica que da pie a la praxis entendida como trabajo creador de una nueva realidad. Esta es la verdadera actividad revolucionaria, la cual no acepta fatalidad alguna: el cambio no es inevitable, como tampoco es imposible.

De primera importancia es la crítica realizada por Sánchez Vázquez al por sí mismo llamado “socialismo real” desde mucho antes que cayera El Muro de Berlín. Esas sociedades fueron la negación los altos valores que las inspiraron. Se deformaron al grado de convertirse en dictaduras de una burocracia persecutoria y asfixiante que convirtió al Estado en su propiedad y por eso promovían el estatismo, que no se debe confundir con el socialismo –la propiedad de los medios de producción era estatal, no social-, la cual, para Sánchez Vázquez, como para Marx –aún en lo parco que fue para describir la nueva sociedad- debía ser más libre, justa y democrática que la que se da en el capitalismo.

Por eso, Sánchez Vázquez defiende y práctica la tolerancia siendo un polemista implacable. Siempre va al debate, buscando convencer con ideas, razones e ingenio, dejando siempre intacta la dignidad de los que sostienen otras posiciones. Además defiende las libertades y los derechos humanos en cualquier lugar del planeta sin importar el signo del gobierno que los conculca. Para él, y esto es muy importante porque se trata de una lección meridiana, la izquierda sólo es congruente consigo misma si realmente es democrática y libertaria. No hay justicia, ni social ni jurídica, si no hay libertad y democracia.

Tal y como lo expresó de manera elocuente y magistral en aquel “Encuentro Vuelta” en el que querían darle sepultura al marxismo, los errores y desviaciones del “socialismo real” si bien lesionan no acaban con la posibilidad de construir una sociedad superior a la que hoy tenemos, y la caída de aquellos regímenes de ninguna manera exime ni exonera al capitalismo, menos ahora que con la crisis económica se han hecho más evidentes sus limitaciones e incapacidad para responder a las apremiantes necesidades de la humanidad y muestra con mayor nitidez su rostro de depredación e injusticia.

Pero resulta indispensable aprender de la experiencia. No sólo es falso que “el fin justifique los medios” sino que esa moral cínica termina por ser contraproducente. De alguna manera, los impulsores de la nueva sociedad tienen que expresar con sus métodos los fines valiosos que persiguen. Por eso resulta inadmisible que en la izquierda resurja la intolerancia, que se proscriba la crítica -que para ser consecuente debe también ser autocrítica- y se desdeñe a la democracia con la imposición de alguna voluntad suprema que más que intentar convencer, adoctrina y pontifica.

En un debate memorable en el auditorio “Che Guevara” –por desgracia hoy privatizado- Sánchez Vázquez le dejó en claro a la “ultra” del CGH que no se es más de izquierda al ser pendenciero e intransigente. Las ideas y la organización pueden ser más fuertes y efectivas que las medidas desesperadas, propias de las vanguardias. Y es que Don Adolfo siempre se preocupa por ganar el debate, por convencer y ganar conciencias sin creerse portador de la verdad absoluta y, por lo mismo, escuchando los argumentos de los otros, sopesándolos, reconociéndoles razón cuando la tengan y con disposición de modificar la posición propia que siempre está revisando y poniendo a prueba. Ojalá la izquierda mexicana en su conjunto tome nota y procure el debate de altura en lugar de abaratarlo y, menos aún, impedirlo.

Adolfo Sánchez Vázquez es ejemplo de congruencia. Se ha mantenido en la lucha por un mundo distinto y mejor sin confundir sus deseos con la realidad. No engaña ni se engaña. No se presta a simulaciones ni busca eufemismos para adulterar su pensamiento. Su vida y obra dan testimonio de entrega a la causa justa de la emancipación humana y alumbran a quienes quieren genuinamente caminar por ese mismo sendero. Por eso, además de celebrarlo, urge aprender de él. ¡Felicidades, querido y admirado maestro!


De paso…

Renato. No hay mejor ejemplo de lo difícil, casi imposible, que es moverse con independencia de las corrientes y de los altos costos que puede traer la independencia de criterio en el PRD que Renato Sales. En La Comisión Nacional de Garantías de ese partido resistió toda clase de presiones y, en su oportunidad, fue denostado por uno y otro bando sin otra razón que el interés faccioso. Cuando desde la cúspide del poder lo alentaron para que renunciara como una medida para no cumplir con la resolución del tribunal electoral resistió y no quiso prestarse a agudizar aún más la crisis institucional del partido. El castigo vino después, con el aislamiento. La pequeña venganza de los pequeños que prefieren desperdiciar el talento y profesionalismo de un hombre honesto y eficiente que tiene una formación humanista en un área que tanto se necesita y cuyos resultados fueron públicos y sirvieron enormemente al PRD para presumir avances y logros en materia de seguridad durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la capital del país, antes de permitir que actúe de acuerdo a sus convicciones cuando se le da una orden en sentido contrario aunque ésta sea inmoral. Por eso celebro que haya sido nombrado procurador de su estado natal, Campeche. Me da gusto por los campechanos… El concierto de Juanes y otros grandes artistas en Cuba llamado “Paz sin fronteras” provocó la ira de los grupos más extremistas del exilio cubano en Miami que incluso llegó a destruir discos del cantante colombiano. La intolerancia siempre es execrable… Los intelectuales que se indignaron por la supuesta pretensión de modificar la Constitución con intenciones reeleccionistas por parte de Manuel Zelaya en Honduras mediante un plebiscito deben hacer el mismo reclamo al presidente colombiano Álvaro Uribe que está haciendo lo mismo. Es incorrecto que desde el poder se promuevan cambios legales para asegurar la continuidad de una persona o grupo al frente de un país, lo que por supuesto no justifica ningún golpe de Estado para evitarlo…

miércoles, 16 de septiembre de 2009

FIN DE UNA LEGISLATURA HISTÓRICA

Fernando Belaunzarán


A diferencia de las anteriores, la IV legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal será recordada durante muchos años por lo que hizo. En lugar de darle la vuelta a temas espinosos como se acostumbra en estos tiempos de pragmatismo ramplón en que vivimos, donde lo único que cuenta es la próxima elección y, por lo mismo, nadie se mete con “las buenas conciencias” ni con las “creencias profundas del pueblo”, ni tampoco con la alta jerarquía Católica que se asume como defensora de ambas, la legislatura que recién concluyó decidió abordarlos con mucha seriedad. Y, algo que es muy importante, lo hizo sin pedir permiso.

La Ciudad de México cambió de rostro en estos tres años con relación a las demás entidades de la república. El DF es hoy símbolo de libertades, de derechos conquistados, de inclusión, de tolerancia, de no discriminación, de reconocimiento a las minorías, de aceptación al ser distinto. Lo que en muchos países no pasarían de ser legislaciones y reformas moderadas, en México han sido toda una conmoción, no sólo porque el primer paso siempre es el más difícil, el que más resistencias tiene que vencer y el más trascendente sino también porque para darlo se tuvo que actuar de otra manera. Por primera vez en su historia, la ALDF fue realmente autónoma y privó la división de poderes, hecho notorio en un país en el que los gobernadores son todopoderosos.

Esa arrogancia de asumir plenamente las atribuciones que la ley le otorga a la ALDF tuvo sus consecuencias y el acoso oficial y oficioso se sintió desde principio, al grado de que parece proeza que Nueva Izquierda mantuviera la conducción de ese órgano parlamentario. Recordemos que el diputado Agustín Guerrero, operador del jefe de Gobierno, anunció públicamente la remoción de Víctor Hugo Círigo desde el primer mes hasta el último de la legislatura. Si no lo consiguió es porque el presidente de la Asamblea Legislativa supo generar espíritu de cuerpo en todos los grupos parlamentarios desde el momento en que privilegió los consensos, renunció al tradicional mayoriteo del partido que cuenta con mayoría absoluta, estableció la equidad como principio de convivencia de la pluralidad ahí representada, supo colocar el interés general del ciudad por sobre los intereses facciosos y demostró congruencia con la lucha democrática de la izquierda al llevar a la práctica una relación republicana con el jefe de Gobierno.

Fue notorio que todo el peso de la administración del GDF se utilizó para buscar aniquilar al grupo político encabezado por el Senador René Arce que mantuvo la conducción del legislativo local asumiendo lo que es una verdadera osadía en México: que la regla escrita debe prevalecer sobre la que no lo está. Además, dicho equipo se avocó a cumplir el programa del PRD tanto en el contenido como en las formas. La Ley de Sociedades en Convivencia, la despenalización del aborto, el divorcio Express, la tipificación de los crímenes de odio, el cambio de identidad para trasvestis y transgéneros, la voluntad anticipada para no prolongar el sufrimiento de pacientes con enfermedades terminales, la donación de órganos, la protección a los no fumadores, entre otras legislaciones y reformas que generaron controversia le dieron a la ciudad un claro perfil de izquierda. Y el hecho de que las decisiones se tomaran en el parlamento y no en las oficinas de gobierno, como se acostumbraba, demostraron que la división de poderes y la democracia además de viables fueron benéficas para la Ciudad de México y sus habitantes. Por eso es que valió la pena este peculiar ejercicio democrático a pesar de los altos costos que pagaron sus promotores al sufrir el ímpetu de revancha del oficialismo, pues el castigo es particular y efímero mientras los beneficios son generales y permanentes.

Tendría una impresión equivocada el que por la saña con la que desde la administración capitalina se atacó al grupo predominante del PRD en la ALDF en estos tres años supusiera que eso significó una confrontación entre poderes. Hubo algunas fricciones como es natural en la relación de dos poderes autónomos, pero al final, por regla general, prevaleció el acuerdo. Prueba de ello es que la gran mayoría de las 38 nuevas legislaciones y de las reformas que se hicieron fueron votadas por unanimidad y, por tanto, con el voto de bejaranistas y otros incondicionales del gobierno.

La molestia viene de que se obligó a negociar al gobierno cuando la costumbre es acatar órdenes e instalar una ventanilla única en la oficina del gobernante, tal y como sucede en el resto de las entidades del país. Esto se hizo evidente desde la discusión del presupuesto del 2007, mismo que el Consejo Estatal del PRD acordó “ordenar” al grupo parlamentario de ese partido que lo aprobara antes incluso de que se conociera –es verdad que en el PRI y en el PAN sucede lo mismo, pero no son tan burdos como para ponerlo por escrito- y se llevó a cabo incluso un linchamiento mediático contra los diputados de Nueva Izquierda que cumpliendo con el programa del PRD que se reivindica federalista y municipalista promovieron leves modificaciones para fortalecer a las Delegaciones en detrimento del que de todas maneras seguiría siendo un muy poderoso Centro, lo que causó indignación en la prensa oficialista porque eso también significaba “beneficiar” a las demarcaciones que gobierna el PAN -algunos de los que con razón piden que no haya discriminación presupuestal para las entidades perredistas llamaron en ese momento a que se castigara a los ciudadanos que habían decidido votar por un partido distinto en el DF. Finalmente hubo acuerdo y se aprobó el presupuesto por unanimidad, como casi todo lo que vendría a continuación. Pero ahí quedó de manifiesto la hostilidad contra los diputados del PRD que se resistían a ser simples levantadedos.

La reacción conservadora impulsada por el PAN y por el PRI que ha llevado a la aprobación en ya 15 estados de la república de legislaciones persecutorias contra las mujeres que recurran al aborto relucen aún más la labor de la IV legislatura de la ALDF y dan muestra de los enormes poderes que enfrentaron, así como de la necesidad de pelear porque las libertades y derechos obtenidos en el DF se reconozcan en el resto del país. Y es que si bien los promotores del voto en blanco aciertan en general cuando señalan que todos los partidos parecen ser lo mismo, en lo concerniente a lo ocurrido en la Asamblea Legislativa en estos tres años en definitiva esa aseveración no aplica. Como en ningún otro lugar, las diferencias conceptuales entre izquierda y derecha se contrastaron a través del debate de ideas y bajo las reglas de la democracia parlamentaria, con respeto y tolerancia, y sin tomar tribunas.

La desafortunada primera decisión de la nueva legislatura, la V, de suprimir del formato del informe del gobernante de la capital las rondas de preguntas y respuestas denotan ya que no será lo mismo. Es lamentable, porque el grupo parlamentario del PRD está obligado moralmente a dar como gobierno lo que exige como oposición y apenas hace unas semanas dicho partido exigía con razón que Calderón diera la cara y contestara a los legisladores, en consonancia además con planteamientos históricos de la izquierda política. Pero ahora se optó por pasar de la crítica del “día del Presidente” a instaura el “día del jefe de Gobierno”. Lo extraño es que cambien el formato cuando Marcelo Ebrard siempre pudo salir bien librado y el diálogo público con la oposición ayudó a su lucimiento en los años anteriores. Una posición conservadora que además no se entiende en momentos que le urge tomar riesgos para remontar desventajas. Se trata de una incongruencia contraproducente que de seguro va a salir cuando se discuta el cambio en el inocuo informe presidencial.

Llegó a su fin una legislatura histórica. Lo hace convirtiéndose en un precedente para los demócratas de izquierda que en ella confirman que sí se pueden hacer las cosas de manera diferente y ser motor para cambios libertarios y democráticos trascendentes que deben acompañar, como lo hicieron la IV legislatura, a las reformas que promueven justicia social. Y es que ya debiéramos haber aprendido una lección, pero al parecer ésta debe reiterarse una y otra vez: no hay justicia sin libertad y sin democracia…y viceversa.


De paso…

Impuestos. Por fin Calderón logró el consenso. Lástima que haya sido en contra. Por supuesto que México necesita una reforma fiscal radical, pues la redistribución de la riqueza es una tarea urgente en el país y para ello se requieren mucho más recursos públicos de los que hoy capta el Estado; pero el gobierno federal le volvió a dar la vuelta al problema central que es la evasión de las grandes empresas. Mientras esos inexplicables e injustos privilegios no se acaben va a ser muy difícil convencer a todos de aprobar nuevos impuestos al consumo, pues no existe la mínima equidad. Mal augurio para la discusión del decálogo que anunció. Quizás debiera cambiar de método y establecer una mesa de partidos con el gobierno para integralmente discutir los diez puntos -ahí está el de la reforma fiscal- en lugar de lanzar unilateralmente sus iniciativas al Congreso para que la oposición se las despedace, apostando más al convencimiento y menos a la compra de gobernadores con promesas presupuestales… En el gobierno de Ulises Ruiz se indignan ante la posibilidad de una alianza del PRD con el PAN en Oaxaca porque dicen que es inconcebible que la izquierda se una a la “reacción”. Lo que no dicen es que eso fue precisamente los que ellos hicieron al descongelar la iniciativa antiaborto del PAN para aprobarla en fast track en el Congreso del estado. No creo que Ulises sea mocho ni persignado. Más bien, lo que pretende es incentivar la contradicción ideológica que por supuesto existe entre los dos principales partidos de Oaxaca y con ello torpedear la coalición. Dirán algunos que es legítimo que haga su lucha, pues si esos partidos no se unen no habrá manera de evitar que herede el poder; pero qué culpa tienen las mujeres, sobre todo las más pobres. Quienes tienen recursos podrán pagar, como siempre, un aborto clandestino en condiciones sanitarias aceptables o bien ir a la Ciudad de México o al extranjero, mientras que las otras, la mayoría, seguirán recurriendo a lugares insalubres, sin tecnología y con métodos físicos muy riesgosos… Y hablando de la alianza opositora en Oaxaca que tan bien vista es a nivel nacional y cuya concreción representa la única esperanza para ganarle al caciquismo y lograr una transición democrática en esa entidad de tanta cultura y de tanta injusticia, diré que ésta tiene tres obstáculos locales que no deben subestimarse: la mezquindad que privilegia el ajuste de cuentas, no olvida agravios y pone por delante intereses grupales y personales; la soberbia que cree que todos deben postrarse en automático sin hablar, sin llegar a acuerdos, sin comprometerse, que piensa que si se está bien con dios y los santos para qué hablar con los acólitos, que desdeña a dirigentes, personajes y ciudadanos, que cree que la elección va a ser un trámite y consiguiendo la candidatura ya la hizo, que da actores de diverso pelo por perdidos y no mueve un dedo para atraerlos o al menos neutralizarlos, que le deja en Oaxaca el monopolio de la política a su verdadero adversario que, por cierto, no tiene esos prejuicios; y el gobierno que como es natural no se va a quedar con las manos cruzadas a ver como se unen para derrotarlo… Entiendo y comparto la legítima preocupación de lo que pueda pasar en Iztapalapa y considero que los habitantes de esa demarcación no pueden quedar al garete de un experimento fallido. Por eso es correcto que Andrés Manuel López Obrador busque convencer a Juanito para que éste cumpla su compromiso público. Sin embargo debe cuidar las formas. En lugar de platicar directamente con él, ha optado por compararlo con Calderón, llamarle “traidor” o hasta “ladrón”, lo que sin duda tiene una repercusión mediática contundente, pero también puede traer consecuencias indeseables en la gente. Si alguien agrede físicamente a Juanito, ¿quién se hará responsable? No me salgan con que Fuente Ovejuna… Algunos de mis detractores me reclaman los cuestionamientos que hago de AMLO, pero estoy convencido tras la experiencia de ese engendro que fue el llamado “socialismo real” que en la izquierda no podemos abrirle la puerta, ni siquiera una rendija, a la intolerancia. De lo contrario, luego vendrán los arrepentimientos. El llamado del tabasqueño a no leer a Catón y a Germán Dehesa es inadmisible en un dirigente democrático que debe apostar a vencer en el debate y no a ganarlo por default. Con ello, además, emula a Vicente Fox que pedía que no se leyeran periódicos para ser “felices”, en virtud de que ahí lo cuestionaban. Si a nuestro compañero líder no le gusta la crítica, pues ni modo, con mayor razón la necesita… Por cierto, AMLO tiene el acierto de poner el dedo en la yaga con los privilegios de unos cuantos en tiempos de crisis que reclaman sacrificios parejos… También acierta en darse cuenta que hay que recuperar a la clase media que se perdió, por cierto, no por culpa de la “mafia de la política” sino por errores propios. Para ello resulta urgente revisar los métodos… Alberto Anaya, presidente vitalicio del PT, le hizo a nombre de López Obrador una propuesta a Juanito para que éste por fin se decida a renunciar. Le ofreció un cargo por tres años en la Delegación Iztapalapa de 30 mil pesos al mes que Clara Brugada “no le puede negar”. Luego se le daría a escoger una lista plurinominal para encabezar, la de diputados locales o federales. Para eso le dio importantes orientaciones: en la ALDF ganarías más, pero que en San Lázaro tendrías “proyección nacional”. Y finalmente, al terminar su labor legislativa se le daría un puesto de primer nivel en el GDF porque según le aseguró el senador no hay duda de que el movimiento conservará la capital del país en el 2012. En síntesis, le dijo, “tienes los próximos nueve años asegurados”. Juanito le preguntó sobre las garantías para que dicho acuerdo se cumpliera. Anaya respondió que él le daba su palabra, lo que al parecer no dejó muy convencido al jefe Delegacional electo, lo cual no obstó para que le dijera al veterano dirigente que lo pensaría. Aseguró que tenía una entrevista en el cuarto de hotel que le paga el PT con la televisión francesa en vivo a las tres de la mañana y e invito a Anaya a que, si estaba en disposición, acudiera ahí mismo a las cuatro de la mañana para darle una respuesta definitiva. Los sucesos posteriores, podemos inferir, nos dicen que Juanito rechazó la jugosa oferta… A diferencia de Fox, Obama sí se tomo en serio la promesa de cambio que hizo en campaña. Está soportando la reacción rabiosa de conservadores y oligarcas contra su propuesta de reforma al sistema de salud. Lo tachan de “comunista” y de otorgar derechos a la salud a los inmigrantes en un país que tiene esculpida en su Corte Suprema que todos los hombres son iguales… También dio un fuerte mensaje a los banqueros para regular el mercado financiero y evitar excesos para evitar crisis como la que todavía padecemos… En donde si falló, aunque me imagino que es difícil en su situación querer abrir un frente más de batall,a es en el mantenimiento del estúpido e inútil embargo económico a Cuba… El caso de Florence Cassez que sirvió para exaltar el nacionalismo y hacernos creer que en el país hay igualdad frente a la ley con un devaneo electorero de Calderón, con todo y desgarramiento de vestiduras presidencial, va a complicarse internacionalmente, en virtud de que en efecto, su caso es igual al de muchos otros conacionales cuyo caso se armó con las patas… Con tres años de retraso, pero qué buen que ya está en libertad la indígena Jacinta Maciel, injustamente encarcelada …

domingo, 6 de septiembre de 2009

EL DILEMA DE NAVARRETE

Fernando Belaunzarán

Carlos Navarrete vive su mejor momento político ahora que fue elegido por unanimidad presidente del Senado de la República sin que existiera obligación legal para que el PRD ocupara ese cargo. Con oficio y habilidad supo construir el escenario que abrió la posibilidad a la izquierda de presidir ese órgano legislativo por primera vez en su historia. El carácter simbólico del hecho quedó plasmado cuando posó ante los fotógrafos empuñando la rosa, imagen universal de la socialdemocracia.

La fiesta ocultó la interrogante, no sobre los merecimientos o la capacidad de Navarrete para desempeñar con dignidad y eficacia el cargo, que nadie discute, sino sobre cómo sorteará la contradicción que persiste entre cumplir la responsabilidad institucional que conlleva representar a un poder del Estado mexicano y la intención cada vez más explícita de Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores de propiciar la renuncia del jefe del Ejecutivo agudizando la descomposición de la de por sí raquítica institucionalidad democrática del país.

Recordemos que tal situación que perdura en el seno de la izquierda política desde el 2006 generó un vergonzoso linchamiento moral contra la diputada, dirigente y luchadora social Ruth Zavaleta por parte de un “movimiento” que aunque parezca mentira se reivindica como democrático. Tan sólo por recibir en su oficina a Juan Camilo Mouriño, entonces secretario de Gobernación, Andrés Manuel López Obrador arremetió contra la presidenta de la Cámara de Diputados acusándola de dejarse tocar la pierna en uno de los episodios más bochornosos del excandidato presidencial que, por cierto, lo pinta de cuerpo entero. Ese fue sólo el comienzo de una campaña persecutoria de tintes estalinistas contra la legisladora.

Es verdad que Carlos Navarrete ha podido mantener los puentes de comunicación abiertos con AMLO incluso en los momentos de mayor polarización interna que se produjeron a raíz de la última elección de dirigentes del PRD. Además, Carlos es un político experimentado que en numerosas ocasiones ha demostrado saber caminar por cuerdas flojas, caer parado, aferrarse a la única hebra intacta de la maraña y encontrar salidas de emergencia. Pero el destino lo alcanzó –como a muchos- y muy pronto tendrá que tomar decisiones de alcances estratégicos que lo pondrán de un lado o del otro de la línea. Se encuentra frente a senderos que se bifurcan.

La convocatoria recién lanzada por Felipe Calderón de reconstruir al Estado mexicano mediante acuerdos nacionales evita posponer definiciones por lo que resulta inútil esperar a que la contradicción desaparezca o siquiera se atenúe con el tiempo y el desarrollo de los acontecimientos. Participar en ese diálogo es apostar por la transformación institucional del país en las condiciones políticas que hoy se tienen. En cambio, negarse a él es responder a la lógica de los que pretenden la ruptura para "salvar a México" desde su ruinas y que, en ese sentido, interpretan el participar en ese diálogo nacional como darle oxigeno a un presidente debilitado y maniatado, así como desperdiciar la oportunidad de saldar en estos momentos cuentas particulares y patear el tablero con la esperanza de quedar mejor colocados en el reposicionamiento de las fichas. Y es que piensan que, como están las cosas, López Obrador no tienen ninguna posibilidad de ganar en el 2012 y se requiere de una sacudida al país para que vuelva a ser competitivo.

En síntesis, el dilema consiste en poner por delante la necesidad de transformar el país o bien pelear por el poder nacional buscando la caída abrupta de los que hoy lo detentan. Ser o no ser.

El gobierno de Felipe Calderón no se encuentra en problemas porque exista un movimiento social que cuestione su legitimidad, demande su dimisión y lo tenga pegado a las cuerdas. Si así fuera el PRI no sería la primera fuerza política en el Congreso, la izquierda no habría sufrido una pronunciada disminución electoral, López Obrador estaría de puntero en las encuestas y el llamado “grito de los de los libres” se realizaría otra vez en el Zócalo y no en el Hemiciclo a Juárez. La difícil situación de Calderón se debe a la manifiesta incapacidad de su administración para enfrentar con éxito las crisis económica y de seguridad que sufrimos aunado a la disfuncionalidad del anquilosado régimen presidencial que padecemos. Es precisamente por eso que la convocatoria que el titular del Ejecutivo hizo resulta no sólo pertinente sino también apremiante. Ya se verá si en el diálogo propuesto prevalece la visión de Estado, empezando por el propio Calderón; pero ahí está puesta sobre la mesa la posibilidad de reconstruir al país y sería una tontería desperdiciarla por los sueños megalómanos de un aspirante a mesías.

No hay ingenuidad. Nadie interpreta que eso signifique que la derecha se transmute y pretenda llevar a cabo un programa de izquierda para que haya unidad entorno a lo que exclusivamente la oposición plantea. Sin embargo, sí se puede aspirar a poner las bases de un Estado democrático y social de derecho que, partiendo de la aceptación implícita de los errores cometidos y de la renuncia a revivir dogmas neoliberales que hoy se encuentran en desgracia global, se garantice la viabilidad del país con independencia del partido que lo gobierne, tal y como ha sucedido en diversas transiciones políticas en el mundo. Lo fundamental es ponerse de acuerdo sobre el piso en el que se debe dar la disputa política entre las diversas opciones mediante el juego democrático.

Frente a esa posibilidad que pone a prueba la estatura y visión de Estado de los diversos actores políticos se alza otra que, pese al evidente desgaste y debilitamiento de quienes la enebolan, se sostiene porque vislumbran la debilidad del gobierno y en ellos predomina el deseo de venganza; huelen la sangre del contrario y sienten que es el momento de atacar a pesar de su triste situación. Finalmente, apuestan a que los costos de la crisis y la desesperación de sectores crecientes de la población logren resarcir al "movimiento" de los errores monumentales que se conmetieron -como el del desastroso plantón de Reforma-, terminen con el reflujo que padece el obradorismo desde hace años y lo revitalicen para ganar la calle en el momento de la ruptura institucional, de tal suerte que puedan imponer condiciones a las demás fuerzas políticas y colocar al líder como “salvador de la patria”. Con prosaica sabiduría, en el movimiento estudiantil de mis épocas universitarias se calificaba este tipo de razonamientos como simples "puñetas mentales".

El planteamiento es fantasioso, no porque no sea posible –y añadiría deseable y necesario- que irrumpiera un fuerte movimiento social en momentos definitorios para el país. Pero ese no se va a formar detrás de un liderazgo desgastado que exuda ambición personal, tiene la autoridad moral mermada y es campeón en sectarismo, tal y como en su momento lo expresó con tino el subcomandante Marcos. Por otra parte, es claro que su soberbia le impide aceptar ser uno más entre otros.

Una coordinación de organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles, campesinas, etc., que sea amplia, horizontal e incluyente, cuyas decisiones se tomen democráticamente y se privilegie el consenso no jugaría a la ruleta rusa con el país; sabría medir la correlación de fuerzas y valoraría la oportunidad de aprovechar la ruta institucional que se abre. Por supuesto que existe el riego de que se presenten estallidos sociales, pero precisamente por que las consecuencias que éstos pueden traer son impredecibles, la moneda bien pudiera caer del lado de la derecha golpista y autoritaria, y por lo mismo lo que se impone es actuar con mucha responsabilidad.

De lo que se trata es que desde la sociedad y desde los espacios institucionales que detenta, la izquierda empuje hacia una dirección en la transformación del país que le permita incidir favorablemente en los grandes acuerdos nacionales que a nuestro país le urgen. Estoy convencido que esa también es la posición de Carlos Navarrete, la cual además ha hecho pública. Pero aquí no puede engañarse. AMLO con quien se identifica es con Noroña no con él. Son tiempos de definiciones y la situación hace inevitable que su responsabilidad institucional y convicción reformista lo lleven, más temprano que tarde, a enfrentarse con la bestia y ni siendo Houdini se va a poder librar de tomar partido y caminar por uno de los senderos que se bifurcan –valga la repetida referencia borgiana.


De paso…

Duda. La difícil situación por la que atraviesa el país en todos los órdenes me hacen pensar que la convocatoria a discutir el decálogo del cambio por parte de Calderón es genuina. Es un llamado de auxilio con el agua al cuello. El PRD respondió bien al tomarle la palabra y tratará de aprovechar la oportunidad para poner en la mesa su agenda de transformación del país. Sin embargo es con el PRI con el que tengo dudas, no obstante que de inmediato aceptaron el ofrecimiento. Y es que ese partido es el beneficiario del estado de las cosas al grado de que si no pasa algo excepcional todo indica que caminando podrá regresar a Los Pinos. No parece lógico que quieran arriesgar su romance con los poderes fácticos y se animen a impulsar cambios profundos. Pero por otro lado, también es posible que consideren que de poco les va a servir tomar el control de un país en ruinas con un Estado anquilosado de instituciones anegadas. Ya veremos… Alejandro Encinas hizo un buen posicionamiento del PRD pasado primero de septiembre. Expresó bien lo que puede ser una línea común de un grupo parlamentario plural y complejo. Sin embargo, tendrá una complicación parecida a la de Carlos Navarrete, pues si bien no tiene la responsabilidad institucional del guanajuatense es mucho más cercano a AMLO que aquel, siendo que es evidente que la apuesta del ex candidato presidencial es tirar a Calderón y de ninguna manera acordar con él los cambios para el país. Como ya dijimos, frente a la propuesta de alcanzar acuerdos nacionales para replantear al Estado mexicano que hizo el titular del Ejecutivo el pasado 2 de septiembre se tendrán que tomar decisiones de alcances estratégicos y será muy difícil quedar bien con Dios y con el Diablo, perdón, con Jesús y con El Mesías… ¿Cuántos votos cree López Obrador que le va a conseguir el protagonismo de Noroña? Más bien debería cuidar los votos que le quedan y, ni modo, convencer al aguerrido legislador que ya perdió todo miedo al ridículo que practique consuetudinariamente el turismo parlamentario que tanto ha criticado. Todo sea por el bien del “movimiento”… El asesinato del candidato del PRI, José Francisco Fuentes y de su familia en Tabasco debe unir a todos en el repudio absoluto a este tipo de acciones, tal y como se hizo con la ejecución que sufrió Armando Chavarría. Por cierto, seguimos esperando resultados de las investigaciones sobre ese execrable hecho… Andrés Manuel López Obrador en un mitín en Tlaxcala le advirtió lo siguiente: "vamos a ver qué hacemos para que cumpla el acuerdo de renunciar". Dicha amenaza digna de Don Pejone no obsta para que AMLO siga escupiendo al cielo quejándose de la "mafia de la política"...A lo mejor López Obrador se enojó porque Juanito contestó aquello de que no escuchara el canto de las sirenas diciendo que a lo mejor Andrés Manuel era una de ellas. ¡Qué llevado!... Pero para que vean que también le reconozco méritos al Peje, me dicen que ya está doblando su manita en la coalición con el PAN en Oaxaca. ¡Aleluya!... Y mientras el ex priísta, ex perredista, ex parmista, ex foxista, ex todo, Porfirio Muñoz Ledo se trata las reumas para tomar el Palacio de Invierno, es correcto celebrar el triunfo de la Selección Mexicana en Costa Rica. Cuando apareció Giovanni se resolvió el partido…