miércoles, 23 de junio de 2010

ESPÍAS Y MALECHORES

Fernando Belaunzarán

Un delito que destapa otro, que lo exhibe y saca a la luz por objetivos implícitos pero fáciles de adivinar. El espionaje es un método ilícito y peligroso, de doble filo que a todos puede salpicar y que, una vez que se ha echado mano de él, será difícil detener su uso de aquí a las elecciones presidenciales del 2012, pues es evidente que los procesos en curso de este año son los prolegómenos de aquél. Sin embargo, no es posible abstraerse de lo revelado, de los excesos, trampas, ilegalidades que se muestran ante una opinión pública que constata los vicios del poder que de por sí ya presumía. La injustificación del método no expía los espiados de sus fallas y sería no sólo ingenuo sino también irresponsable hacer como que no sabemos quiénes son y qué hacen Fidel Herrera, Mario Marín y Ulises Ruiz.

Tienen razón los priístas en condenar la práctica del espionaje y exigir que se investigue la procedencia de las grabaciones que desnudaron a tres de sus gobernadores, pero resulta cínico y hasta cómplice que pretendan que no suceda nada con ellos, como si pretendieran que los mexicanos olvidemos lo visto u oído. ¿Cómo quedarse con los brazos cruzados ante la descarada intervención de los gobernadores en los procesos electorales de sus estados, en el control que ejercen en los órganos electorales locales o en los abusos de poder ilegales en que fueron sorprendidos?

Comparto la preocupación por el enrarecimiento de la vida política en un país con ya demasiados problemas y conflictos, así como por los nubarrones que desde ahora se ciernen por el estallamiento de una guerra sucesoria que se vislumbra tan o más inescrupulosa que el 2006 con el agravante del desgaste de las institucional y la descomposición social producto de los enormes costos que la inseguridad y el crimen organizado han traído en los últimos tiempos y los resabios del conflicto post electoral de aquel año. Pero es un hecho que nada ha contribuido más a la perversión de la democracia mexicana que el poder exultante y omnímodo de los gobernadores.

Es más, al romper la equidad en las contiendas y convertirse en jefes de campaña de sus candidatos, estos verdaderos caciques “en plenitud del pinche poder” arremeten contra las mínimas garantías democráticas y presagian conflictos postelectorales, cuando evitarlos fue la razón de ser de la transición mexicana. Si no se pone un alto al poder despótico de los gobernadores, la legitimidad de la elección del 2012 va a estar manchada de origen y el país como está no puede darse el lujo de repetir accidentadas historias por inconformidades electorales.

Ulises, Fidel y el “Precioso” no son sino los ejemplos más groseros de una realidad que, siendo honestos, rebasa a los gobiernos del PRI. La falta de contrapesos y el manejo discrecional de recursos público ha hecho que, salvo quizás alguna excepción, los gobernadores de todas las entidades controlen a los otros poderes, a órganos que debieran ser autónomos, a no pocos medios de comunicación y hasta a partidos de oposición. Es decir, se reproduce en mucho el antiguo régimen en cada entidad federativa. Ese es el gran retroceso de la democracia mexicana que amenaza con desbarrancar dos décadas de transición política.

Dicha situación feudal debiera obligar a retomar el camino de las reformas democráticas, pero hoy la correlación de fuerzas no es favorable a ellas y el viento corre hacia el pasado. La recuperación electoral del PRI no tiene que ver con que la gente lo vea distinto a como era o que haya tenido la capacidad de transformarse para competir en tiempos que se esperaban democráticos. Lo del “nuevo PRI” ni sus miembros se lo creen y nadie lo toma en serio. El fortalecimiento de ese partido se debe a dos fenómenos más emotivos que racionales: decepción y zozobra. Decepción respecto a las expectativas creadas y no cumplidas por parte de partidos que ofrecieron grandes transformaciones y zozobra debida a la percepción social generada por la violencia desbordada que busca ingenua e idílicamente en el pasado un refugio aunque éste sea ilusorio y dependa en buena medida de la amnesia.

Por eso tengo mis dudas de que la exhibición de estas grabaciones vaya a golpear electoralmente al PRI. Espero equivocarme, pero no veo que la gente vote por dicha opción porque crea que los priístas sean honestos, limpios o decentes. Es doloroso admitirlo, pero la inmensa mayoría de los votos no comprados que obtiene ese partido son a sabiendas del gusto priísta por la corrupción y por los desplantes autoritarios. No vota por “los buenos” que mira mas ineficientes sino por los “cabrones” que cree más efectivos. Hay un desengaño por la democracia que el PRI está capitalizando. De ahí la necesidad de las alianzas para enfrentar cacicazgos despóticos, lograr la alternancia en entidades en las que sólo ha gobernado ese partido y tratar de revertir la tendencia del retroceso.

Nada ayuda más a ese proceso regresivo que la certeza de que estos “cabrones” empoderados están por encima de cualquier ley y a nadie le rinden cuentas. Cierto es que las grabaciones no pueden ser prueba en juicios penales contra los malhechores descubiertos, pero sí deben obligar a abrir las investigaciones que les finquen a esos gobernadores y a sus achichincles involucrados las responsabilidades correspondientes. Es obvio que en el caso de Oaxaca, José Luis Echeverría, presidente del Instituto Electoral de Oaxaca ha quedado sin autoridad moral alguna para desempeñar sus funciones con la mínima credibilidad después de quedar evidenciado como un simple empleado de Ulises Ruiz. En esa elección que se ve tan complicada, resulta de sentido común que dicho funcionario sea remplazado, pero la marca de la casa en ese estado, el estilo Ulises, es que no se rinden cuentas por nada y reina la impunidad.

No es de extrañarse que el PRI señale al gobierno federal como responsable del espionaje. Sin negar esa posibilidad, es cierto que con lo avanzado de la tecnología para esa actividad y la accesibilidad a ella ya cualquiera puede hacerlo, como de seguro pronto quedará en evidencia pues es de esperarse que el dinosaurio herido no se quede con el golpe recibido. Pero en cualquier caso, sería de gran utilidad para las instituciones, hoy lesionadas, que además de investigar el reprobable espionaje también haga lo propio con los gobernadores involucrados y se acredite que nadie está por encima de las leyes.

Sería bueno evitar que se reproduzca la nociva práctica del espionaje, pero sería aún mejor que se pusiera orden en los que se siente señores feudales todopoderosos y se lleve a juicio político al menos a Fidel Herrera, Mario Marín y Ulises Ruiz para que se mande el mensaje claro y preciso de que se acabó la era de la impunidad. Eso sería lo ideal, pero, por desgracia, se ve difícil.

De paso…

Ausencias. En días consecutivos se fueron dos intelectuales notables, cuyas ausencias dejan amplios vacíos. Primero fue el escritor portugués y Premio Nobel de Literatura, José Saramago, y luego le siguió el gran cronista mexicano, Carlos Monsiváis. Ambos fueron hombres de causas y solidaridad con los débiles, con los discriminados, con los agredidos. Identificados con la izquierda, combatieron dogmatismos y desviaciones, autoritarismos y cultos a la personalidad. Entendieron que la lucha por la justicia va de la mano con la consecución de libertades y la profundización de la democracia. En ese sentido eran conciencia del mundo, de su país, de su realidad, pero también de los que se identifican con la izquierda y comparten sus causas. Extrañaremos el humanismo profundo, radical, esencial de Saramago, cuya vida, obra y congruencia reivindica en mucho al comunismo que fue desvirtuado y pervertido por las burocracias del “socialismo real”, así como por caudillos y dictadores. Y extrañaremos por supuesto la crítica mordaz, polifacética, antisolemne, irónica, certera de Monsiváis que durante tantos años siguió la vida pública mexicana. Se nos fueron estos dos grandes intelectuales que siempre se comprometieron con las mejores causas… Los candidatos del PRI y el PAN en Tlaxcala, Mariano González y Adriana Dávila, boicotearon la realización del debate y el Instituto Electoral de Tlaxcala se mostró chiquito y dependiente del gobernador –¡qué raro! Ninguno de los dos se sintió con la seguridad suficiente para enfrentarse públicamente en el terreno de las ideas con Minerva Hernández…Por cierto, Mariano González le ha dado por disfrazar de amarillo a brigadistas del PRI para que repartan propaganda apócrifa del PRD a su favor. Esas son sus mañas. Por eso se entiende que los invitados de lujo a su inicio de campaña hayan sido Ulises Ruiz, Fidel Herrera y Mario Marín, los protagonistas de la política que se encuentran “en plenitud del pinche poder”…Juan José Piedras, líder del PT en Tlaxcala, hablando a nombre de Andrés Manuel López Obrador, hizo un acto de apoyo al candidato del PRI acompañado por Manlio Fabio Beltrones. Aún se esperan los deslindes necesarios de ese partido y del ex candidato presidencial… Si el partido contra Francia nos hizo volar y soñar, el partido contra Uruguay nos regresó a la realidad. Es un logro, sin duda, el pase a octavos de final, pero se perdió la oportunidad de eludir a Argentina en esa fase. Hubo una notoria baja de juego y resultaron incomprensibles la alineación y los movimientos de Javier Aguirre. Nadie se explica porque sacó a Guardado; el que más peligro estaba ocasionando, y menos aún que haya iniciado y mantenido al Guille Franco durante todo el partido, teniendo al Chicharito en la banca… Síganme en Twitter: @ferbelaunzaran

miércoles, 16 de junio de 2010

LA CRUZADA DE CALDERÓN

Fernando Belaunzarán

En un hecho insólito, Felipe Calderón da a conocer, primero en desplegado y luego en mensaje por cadena nacional, un diagnóstico sobre la situación del crimen organizado en el país -básicamente el vinculado con el narcotráfico-, así como lo que considera las causas de su surgimiento y desarrollo. También ofrece explicaciones sobre el actuar de su administración, tanto de los objetivos que persigue como de la estrategia seguida, responde a sus detractores y reafirma sus convicciones respecto a este asunto por demás polémico y sensible. Por ser más prolífico, me voy a basar fundamentalmente en el texto escrito.

El documento, si bien hubiera sido mejor conocerlo desde el inicio de su gestión, se agradece, pues ayuda a comprender mejor la visión oficial y establecer la magnitud del problema. Además, contribuye significativamente a un debate de la mayor importancia para el futuro del país. Contiene verdades notables y falacias preocupantes, lo mismo es autocrítico que autocomplaciente, hace afirmaciones controvertidas y de pronto cae en maniqueísmos simplistas; texto de diagnósticos certeros y metas impecables… pero de muy malas conclusiones.

Se entiende la razón por la que el titular del Ejecutivo siente la necesidad de salir a los medios a explicar. Hay un sentimiento de zozobra creciente en la sociedad ante ejecuciones sin fin, masacres reiteradas, violencia inaudita e incapacidad del Estado para detener tales manifestaciones de barbarie.

Es correcto que Calderón dé su punto de vista y defienda su política; es erróneo que contra la evidencia se niegue a rectificar. De entrada es poco climático sostener en cadena nacional que se “está debilitando contundentemente” al crimen organizado cuando se acaban de vivir los días más sangrientos de su sexenio e incluso el gobierno de Nayarit suspende clases por miedo a la violencia desatada. Reconozco, por supuesto, que las percepciones no son garantías de verdad, pero el análisis con las premisas que el mismo Calderón coloca nos llevan a una racional, y ya no emotiva, conclusión de que la estrategia oficial no sólo no está funcionando sino que nos aleja de los objetivos planteados. Veamos.

Después de exponer la interesante, aunque debatible, apreciación de que el problema de la violencia estalla cuando el narco pasa de sólo transportar droga a Estados Unidos, tiempo en que prefería el “bajo perfil”, a dominar territorios por el creciente consumo en México provocado por el aumento los ingresos económicos de la población, Calderón hace un crudo diagnóstico del poder adquirido por los cárteles de la droga que cobran “derecho de piso” tanto a negocios lícitos como ilícitos, someten a poblaciones enteras para “exprimirlas” y practican se manera cotidiana la extorsión y el secuestro. Habla igualmente la infiltración y corrupción de policías y gobiernos que cometieron el error de buscar “arreglos” con la ingenua intención de que así controlarían a las bandas, cuando sucedió exactamente lo contrario. Expone lo que llama el paso del “mero narcotráfico” al crimen organizado y la sanguinaria lucha por hacerse de plazas y mercados entre los distintos grupos.

Dicho reconocimiento de la gravedad de la situación por parte de un presidente no tiene precedentes en la historia del país; es la aceptación oficial al máximo nivel de que el Estado mexicano no rige en todo el territorio nacional y de que organizaciones delictivas imponen su ley sobre la de la república. Al decirlo, más que acusar debilidad del crimen organizado asume la propia. El punto es si lo que está haciendo sirve para revertir esa perversa realidad o no.

Calderón se preocupa por ser enfático en que la intervención de su gobierno no provocó la violencia sino que ésta fue la que provocó aquella y de que su lucha no es fundamentalmente contra el narcotráfico sino el crimen organizado en general y por la seguridd pública en todo el país. En esto ha sido víctima de su propio marketing, pues desde el primer día de su gestión anunció su cruzada con bombo y platillo y nos abrumó con spots que terminaban con una frase melodramática: “para que la droga no llegue a tus hijos”

Pero no sólo hay un notable fracaso en virtud de que el consumo en drogas no ha disminuido según la Encuesta Nacional de Adicciones realizada por el propio gobierno federal sino que de acuerdo a los objetivos explícitos, todos deseables, que Calderón da a conocer en el comunicado no puede más que concluirse lo mismo. “El objetivo ha sido recuperar la seguridad de las familias mexicanas; refrendar a México como un país de leyes y de instituciones; y garantizar una convivencia ordenada y tranquila en todo el país”. En otro lado dice: “El punto clave es reducir la acción del crimen organizado contra la población, mediante el fortalecimiento de la autoridad del Estado en todo el territorio nacional y la recomposición del tejido social, cuya carencia es campo propicio para la expansión de la delincuencia”. Y finalmente también señala que se busca “frenar el proceso de degradación de la vida social e institucional del país”. Comparto plenamente cada uno de los fines enunciados por Calderón, pero no veo que siquiera nos estemos acercando a cumplir alguno de ellos. Es más, lo que se aprecia es que cada día empeoramos en relación a los mismos.

Sin embargo, el presidente recurre a tres argumentos falaces para sostener, no obstante la evidencia empírica de que sus objetivos no se están cumpliendo, la pertinencia y viabilidad de su estrategia. El primero consiste en afirmar que debilita al narco –dice que su lucha no es principalmente contra el narcotráfico, pero en el documento no se refiere a nadie más- porque los muertos son en su inmensa mayoría de los diferentes cárteles, por las detenciones y abatimientos de jefes, lugartenientes y sicarios y por los decomisos de grandes cargamentos de drogas y armas. Pero ahí es donde de manera más elocuente se muestra la fuerza del narcotráfico, porque a pesar de sus pérdidas materiales y humanas mantienen su poder de fuego y destrucción, así comos sus ingresos económicos puesto que el consumo no ha disminuido.

Si han tenido 20 mil bajas, más otros tantos miles que han sido apresados, y no obstante siguen funcionando como empresa y como grupo armado, ¿cuántos miembros tienen, cuántos sicarios son, cuántas personas están a sus órdenes? ¿cuál es el nivel de organización para poder seguir operando como si nada a pesar de que pierden cuadros altos, bajos y medios consuetudinariamente? Y peor aún, ¿de qué tamaño es su ejército de reserva para suplir a las bajas que se cuentan por decenas de miles de hombres? Si se requiere alguna muestra inobjetable de que la vía que privilegia los aspectos militar y punitivo para combatir a este inmenso negocio no sirve es precisamente esa capacidad de seguir operando a pesar de sus pérdidas.

Los otros dos argumentos falaces tienen como objeto concluir que no hay otro camino posible y digno que el tomado por el gobierno federal y que por doloroso que sea lo que está pasando hay que perseverar en la misma estrategia. Sostiene Calderón que si la situación llegó a tal punto es por responsabilidad de sus antecesores que fueron, por lo menos, permisivos, que pudo actuar “a penas a tiempo” y que si no lo hubiera hecho de la manera en que lo hizo estaríamos “muchísimo peor” y “millones de familias” estarían sometidas al poder caprichoso y opresor del narco. O sea que en lugar de cuestionar la estrategia debiéramos estar agradecidos con quien asumió los riesgos para evitar la catástrofe que se avecinaba. ¡Quién lo dijera! Calderón y su principal opositor se hermanan en el hecho de que ambos se sienten “Salvadores de la Patria”

Si la anterior falacia la podemos resumir como “yo o el avismo”, la última se sintetiza en “yo o la ignominia”. Sostiene Calderón que los críticos de su estrategia quieren que no se combata al narco, que se le deje en paz con la ingenua idea de que al hacerlo se portarían bien. Por supuesto que eso sería una rendición vergonzosa e inaceptable, pero hay un pequeño detalle: nadie plantea tal despropósito. Se puede combatir al narco de otra manera, con una estrategia más inteligente y efectiva. Y ese es el punto que debemos discutir. ¿Cómo enfrentar eficazmente al crimen organizado y, en particular, a que está vinculado con el narco?

Tiene razón Calderón al señalar la responsabilidad de Estados Unidos no sólo como consumidor de drogas sino también como proveedor de armas. Pero al rechazar tan siquiera restringir la venta de rifles de asalto, ese país está diciendo que el problema en realidad es nuestro y que nosotros lo tenemos que resolver en el ámbito que nos corresponde. Pues hagámoslo, en virtud además de que los muertos y la descomposición política y social se dan en este lado del Río Bravo.

Mientras el narcotráfico siga dando miles de millones de dólares de ingresos no se le va a poder siquiera debilitar. Los nacotráficantes son tan fuertes como sus ganancias. El golpe más efectivo que se le puede dar es legalizar, por lo menos la marihuana que es la que genera la mayor cantidad de recursos económicos, algo que, por cierto, en Estados Unidos está avanzando, en un primer momento con la llamada “cannabis médica”; incluso Washington DC ya la adoptó. Junto con ello debiera implementarse una política mucho más agresiva para captar los flujos financieros del narco. La restricción de compra de dólares es una medida a la que le darán la vuelta, pues es un error pensar que las transacciones entre narcos se dan primordialmente al estilo Ahumada.

Sería un error retirar al ejército a los cuarteles antes de mermar sustancialmente las ganancias de los cárteles. Es la única instancia que hoy les puede hacer frente. Pero ayudaría mucho retomar buena parte del giro que dio Obama a la estrategia de Estados Unidos que ahora se preocupa más por disminuir el consumo. Finalmente lo que puede ser efectivo es trabajar la decisión responsable y apostar a la libertad antes que a la represión.

De paso…

Chimoltrufiando. Andrés Manuel López Obrador señala en su nuevo libro que el retorno del PRI a Los Pinos sería como el regreso de Santa Anna al poder tras su retiro después de la invasión norteamericana. Al margen de la ironía de que tal señalamiento viene de alguien que aspira a ser “seductor de la patria”, de ese señalamiento se desprenden dos cosas fundamentales. Primero que no es verdad que PAN y PRI sean lo mismo y que respondan a la misma “mafia”, pues si así fuera no habría riesgo del retorno, en virtud de que, según tal hipótesis, los que realmente mandan no se habrían ido ni se irían con la llegada de ese partido. Y segundo que se debe evitar tan perniciosa posibilidad ya que el episodio de la analogía es obscuro y penoso. De ahí que una mínima congruencia obligaría a AMLO a respaldar las alianzas cuyo triunfo mermaría las fuerzas del priísmo y así ayudar a impedir lo que él ve como riesgo indeseable. Pero de manera, no sorpresiva pero sí inconsistente, hizo exactamente lo contrario y cayo en el exceso no sólo de descalificar las coaliciones anticaciques del PRI sino que incluso se atrevió a vaticinar la victoria de dicho partido en todos los procesos electorales de julio. André Manuel no se chupa el dedo y sabe perfectamente que esa declaración iba a ser utilizada, como sucedió, por los gobernadores priístas para ser difundida con prolijidad en las entidades en disputa. Es decir, se prestó para hacer campaña a favor del partido que dice ver como amenaza. Esto es más grave que una incongruencia que ya no extraña. De todos es conocido el profundo odio que López Obrador le guarda a los chuchos y la intención que tiene de recuperar al PRD antes de la definición de la candidatura presidencial. Pero que por tan bajas pasiones colaboré con el retorno del PRI-Santa Anna a Los Pinos, a pesar de que se trate de un prospecto de prócer, no es otra cosa que “chaquetear” ¿o no?... No hubo justicia en el caso de la guardería ABC. La SCJN se encogió de hombros ante la ineficiencia de las instancias de procuración de justicia y decidió achicarse así misma, pues como Tribunal Constitucional hubiera podido, en función de la jerarquía que le otorga la Constitución, aprobar un dictamen completo e integral sobre el siniestro. Triunfo la comodidad de no afectar reputaciones de altos funcionarios y circunscribirse a una interpretación letrista y restrictiva de sus atribuciones. De cualquier manera señaló la evidente violación a las garantías de los niños muertos y heridos, pero se negó a señalar responsables aunque éstas no hubieran significado sanción alguna. México se mostró, una vez más, como santuario de la impunidad… Fidel Herrera fue exhibido con grabaciones en las que se corrobora lo que todos sabemos: Los gobernadores priístas son jefes de campaña de sus delfines. Ese es el nuevo PRI que sin embargo no debe preocuparse mucho, pues la suerte de su muchacho está en manos de Gomez Mont y Chávez Chávez que son los infiltrados que tiene en el gobierno federal… Se jacta Calderón que seguirá aplicando la ley y el Estado de Derecho a pesar de las dolorosas muertes de civiles inocentes. Esa incólume posición tiene una pública y notoria excepción. En el caso de Diego Fernández de Cevallos el Estado se retiró para que los delincuentes negociaran con la familia. Celebro que se cuide la vida del jefe Diego, pero me pregunto si se harían otras afortunadas excepciones con personas más terrenales y también si se goza de autoridad moral cuando se piden sacrificios al común de la gente mientras se otorgan privilegios a los miembros del Olimpo político....Para no dar lugar a malas interpretaciones, insisto en manifestar mi satisfacción porque se esté buscando salvaguardar la vida e integridad del político queretano… México está obligado a salir a ganar tanto a Francia como a Uruguay. Es fundamental que pueda hacer sentir en el marcador su manejo de balón y dominio territorial que esperemos se vuelva a dar en esos encuentros. De lo contrario, la selección regresará muy rápido… No me queda sino hacer chonguitos para que los Celtics ganen el séptimo y definitivo juego y se coronen campeones de la NBA…Sígueme en Twitter: @ferbelaunzaran

miércoles, 9 de junio de 2010

JUSTICIA ABC

Fernando Belaunzarán

La tragedia aún sacude, conmueve, interpela, demanda, obliga. No es para menos. Se trata de una herida abierta que no cicatriza, que sigue supurando y que será siempre lacerante. Como si no bastara lo terrible de la misma -el fin de la existencia de 49 niños y los daños, algunos de por vida, a mas de 70-, al año de ocurrida no hay nada que permita suponer o se aproxime a la justicia, rendición de cuentas o deslinde de responsabilidades.

Si las muertes siempre son dolorosas, todavía lo son más las que no debieron haber ocurrido, no porque pudieran tener inmunidad contra accidentes sino porque previniéndolos se evitan o, al menos, se disminuyen considerablemente las consecuencias. La ausencia de medidas de seguridad que la ley obliga genera responsabilidades ineludibles que, como última posibilidad ante la incapacidad de otras instancias, se espera determine la Suprema Corte de Justicia de la Nación que hizo bien en ejercer su facultad de investigación para analizar las probables violaciones graves a las garantías individuales, tal como sin duda sucedió con las víctimas.

Es inocultable que existieron omisiones, negligencia y corrupción para que la guardería ABC pudiera operar sin cumplir con los requisitos mínimos de seguridad y que de haberse cumplido con la normatividad, el incendio no se habría convertido en tragedia. Por desgracia, en nuestro México no son de extrañar esas perversas prácticas y más bien parecen la regla, más aún cuando se presentan como resultado de una simbiosis que nos es muy conocida: la del poder político y los negocios.

Funcionarios del gobierno estatal muy cercanos al gobernador Eduardo Bours consiguieron el jugoso negocio de que el IMSS subrogara sus guarderías. Por cada niño la institución de salud pagaba más de 2 mil pesos mensuales y en ABC había más de 120. Lo menos que se podía esperar, máxime con ese nivel de ganancias, es que cumplieran con todos los requisitos de seguridad, pero la ambición de los dueños fue tan grande como sus influencias y pudieron operar sin problemas en una bodega habilitada “a la limón” como guardería.

Los ciudadanos sonorenses responsabilizaron de la tragedia en buena medida al gobernador Bours y a su círculo cercano, razón por la cual el PRI perdió la elección al gobierno de Sonora en 2009 cuando hasta antes del 5 de junio parecía segura y holgada su victoria. Sin embargo, la responsabilidad de otras instituciones también resulta evidente. De hecho hay tres instancias señaladas por el Ministro Zaldivar: Gobierno estatal, gobierno municipal e IMSS.

El incendio comenzó en una bodega del gobierno estatal que no estaba habilitada para tener material combustible, no contaba con medida de seguridad alguna y que, por si eso fuera poco, existe un peritaje en el expediente que señala que el siniestro pudo ser provocado al incinerar archivos, el cual se contradice con otro que establece la versión oficial como accidente. Por su parte, el gobierno municipal extendió los permisos de funcionamiento y aprobó las medidas de protección civil que no funcionaron. El IMSS subrogó una guardería que no cumplía con la normatividad y desestimó riesgos. Dinero y poder político es lo único que puede explicar tales fallas y omisiones que resultaron ser trágicas.

Ante la falta de respuesta e incapacidad de las instituciones judiciales del país para responder al clamor social de justicia y evitar así que prevalezca, como desgraciadamente es tan común en nuestro país, la impunidad, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ejerció su facultad de investigación y, con la autoridad que le da ser el máximo tribunal del país, la semana entrante deliberará sobre las violaciones graves a las garantías individuales que tan doloroso evento provocó y sobre quiénes son los responsables de las mismas.

La Corte no sustituirá a otros órganos de justicia y si bien su resolución no será vinculante, tendrá un peso político y moral de gran envergadura. Será difícil que ante la magnitud de la tragedia y el peso de la opinión pública, las instancias ejecutivas no actúen en consecuencia, aunque también es verdad que en México tenemos el penoso caso, único en el mundo, en que la SCJN resolvió señalar a un gobernante, a Ulises Ruiz, como responsable de violación grave a los Derechos Humanos y éste siga como si nada. Pero en el caso ABC, por la conmoción que sigue provocando en la sociedad, sería más difícil que se ignorará la decisión de la Corte. De ahí la preocupación de un sector por salvar a cómo dé lugar a los altos funcionarios del gobierno federal, como lo son Daniel Karam y Juan Molinar Horcasitas, éste último gran amigo del titular del Ejecutivo, Felipe Calderón.

El caso de Molinar Horcasitas merece mención especial porque pretendió sorprender a la opinión pública contestando un informe distinto al que se va a discutir en la SCJN. Tal como lo señaló Miguel Ángel Granados Chapa, su respuesta a la opinión pública se refirió a un documento preliminar de los magistrados Rosario Mota y Carlos Ronzón y no al del Ministro Zaldivar que es el que vale y en el que consta que, a contrario de lo que se queja, si se le concedió derecho de audiencia (Reforma, 6/VI/10).

No deja de ser curioso que durante el desafuero, Juan Molinar Horcasitas haya sostenido en numerosas ocasiones que Andrés Manuel López Obrador era responsable de las acciones y omisiones de todos sus subordinados en el Gobierno del Distrito Federal, al grado de pedir acción penal contra éste por una falta reparable y menor. Ahora, para sí mismo, como Director del IMSS que fue, dice en su escrito exactamente lo contrario y eso que en el caso que nos ocupa hubo casi cinco decenas de niños muertos y más de siete decenas de niños heridos. No cabe duda de que hay veces en que hubiera sido preferible guardar silencio, pues la vida da vueltas…

De paso…

Bolivar. Falleció el reconocido filósofo Bolivar Echeverría. Una pérdida lamentable y prematura, pues a sus 69 años de edad estaba viviendo una etapa muy creativa. Nació en Ecuador y tras estudiar en Alemania radicó en México desde 1971. Su lectura abierta y antidogmática del marxismo contribuyo a la renovación de éste. Estudioso de la Escuela de Frankfurt divulgó con visión crítica el pensamiento de Adorno, Horkheimer, Marcuse y, de manera especial, Benjamin. También se ocupó de los existencialismos de Sartre y Heidegger. Su visión novedosa del barroco latinoamericano como una forma alternativa de modernidad y acto de resistencia a la cultura occidental dominante marcaron sus últimos años. Descanse en paz. Muchos lo recordaremos… El asesinato del adolescente Sergio Adrián Hernández, acaecido en territorio mexicano mediante disparo de rifle telescópico por parte de un agente de la patrulla fronteriza no puede quedar impune. El hecho amerita que se le pidan cuentas al Embajador de los Estados Unidos, Carlos Pascual, y, por supuesto, que se le juzgue al homicida en juzgados mexicanos. Que el gobierno mexicano tenga la entereza y dignidad de pedir la extradición de ese criminal con uniforme… El “caso Greg”, tal y como está armado, hace agua. Testimonios fantasiosos de testigos protegidos y la falta de consistencia de las acusaciones saltan a la luz y dejan mal parado al juez de Nayarit que tardó sólo 14 hrs en revisar el expediente y emitir la órden de aprehensión después de que un juez en Toluca con los mismos elementos rechazó hacerlo. Por eso están desesperados viendo de qué más lo pueden acusar. Sin prejuzgar sobre la condición de culpable o inocente de Greg Sánchez se demuestra que tenían prisa por detenerlo en ese momento por cuestiones estrictamente políticas y por eso procedieron con un expediente hecho sobre las rodillas…Marcelo Ebrad acierta en decir que Juan Ramón de la Fuente sería un muy buen candidato y mejor jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Con ello no sólo coloca al exrector en la vitrina para ese importante cargo sino también genera una pregunta insoslayable ¿y por qué no para la Presidencia de la República? Máxime cuando el único que puede vencer al PRI en el 2012 a nivel nacional es precisamente De la Fuente… Pues que le vaya bien a México en Sudafrica. Está en un grupo difícil y arranca contra el país sede. Pero vaya que a los mexicanos nos urgen satisfacciones y alegrías…Sígueme en Twitter: @ferbelaunzaran

miércoles, 2 de junio de 2010

LA DETENCIÓN DE GREG

Fernando Belaunzarán

La acusación deja lugar a dudas, el momento no. Detener a Greg Sánchez en plena campaña fue una jugada político-electoral que enrarece el de por sí contaminado clima del 2010 y que, lejos de fortalecer las instituciones, genera sospechas sobre su actuación y reafirma la subordinación de la justicia a los intereses políticos, ya no sólo del gobierno sino incluso, como es el caso, de una facción del mismo. Al menos se administraron los tiempos para dar un golpe espectacular contra uno de los partidos que han decidido coaligarse en diversos estados para enfrentar cacicazgos priístas y es factible que el caso se caiga con el tiempo y estemos ante la reedición del tristemente célebre “michoacanazo” del año pasado.

Los señalamientos contra Greg Sánchez no son nuevos y llevan años pululando en forma de rumores. Éstos han sido recogidas en diversos momentos, con buena o mala fe, por los medios de comunicación. Durante ese largo lapso no sólo no le comprobaron nada sino que fue candidato al Senado y luego resultó electo presidente municipal del municipio de Benito Juárez. En 2008 recuerdo que la dirección nacional del PRD, encabezada por Guadalupe Acosta Naranjo, consultó a la PGR, a Gobernación y a la SEDENA si había algo contra el titular del gobierno de “Cancún” y la respuesta fue negativa.

Hasta enero del presente año le comunicaron a Jesús Ortega que había una investigación en la que se involucraba al gobernante perredista, razón por la cual el presidente del PRD gestionó una entrevista del que ya se proyectaba como abanderado de la izquierda a la gubernatura de Quintana Roo con la PGR, misma que se concedió hasta mayo, cuando ya era candidato. A Ortega le dijeron que sería simplemente una reunión para aclarar algunos puntos, pero ahí le comunicaron a Greg que su calidad era de “indiciado”. Es decir, le tendieron una trampa.

Es verdad que hay elementos que no ayudan a Greg Sánchez para que la sociedad presuma su inocencia, mismos que han sido explotados por la campaña mediática que busca condenarlo mucho antes de su juicio. Sus altos ingresos económicos como hombre de negocios, sus parientes encarcelados y algunos señalamientos no debidamente aclarados como la del asesinato del General Mauro Tello Quiñones, cuyo nombramiento él mismo solicitó a la Secretaría de la Defensa Nacional, la del supuesto centro de espionaje que se le atribuye, pero que por alguna razón no se le acusa por ello, o la del tesorero “desaparecido” con montones de millones de pesos, lo que resultó ser falso.

Pero más allá de la percepción inoculada o incluso de las legítimas sospechas sobre la inocencia de Greg, se debe aceptar que el cálculo y manejo políticos del caso influyen negativamente en la acción de las autoridades judiciales, les restan credibilidad y pueden evitar que predomine la justicia. Una vez detenido, encarcelar a Greg Sánchez por las circunstancias, la exposición mediática del caso y las altas implicaciones del mismo se volvió razón de Estado para el gobierno federal…y una causa ideal para los enemigos de las alianzas entre el PRD y el PAN.

No es mi intención pedir impunidad o defender lo indefendible, simplemente pretendo que se pongan las cosas en su dimensión, que haya un juicio justo y que, como es su derecho, se considere a Greg Sánchez inocente hasta que se demuestre lo contrario, lo cual implica que se privilegie la información y los datos duros sobre el amarillismo y las acusaciones no sustentadas.

Por ejemplo, es necesario que se sepa que los delitos más graves que se le imputan a Greg no tienen que ver con aclarar sus cuentas y manejos financieros con la Secretaría de Hacienda sino el supuesto involucramiento con el narcotráfico, el cual sustentan con una llamada anónima y la declaración de tres testigos protegidos, dos de los cuales ya habían sido utilizados para ordenar los arraigos del tristemente “michoacanazo”. ¿Y quiénes son los famosos “testigos protegidos”? Delincuentes arrepentidos que a cambio de protección y dinero confiesan lo que saben…o lo que quieren oír sus protectores.

Pero si el tiempo y el contenido de la acusación despiertan sospechas, no se diga la forma tan desaseada con la que se consiguió la orden de aprehensión. Después de que un juez de Toluca, Roberto Hoyos, negó obsequiarla por falta de sustento, en lugar de subsanar inconsistencias o apelar la decisión, recurrieron a otro en el estado de Nayarit, y fue tal la falta de imaginación que se trató del mismo que concedió los arraigos de los alcaldes de Michoacán en el 2009, Carlos Alberto Elorza Amores, y quien meses después sería el hazmerreír nacional, pues quedaron en libertad la mayoría de los entonces detenidos por falta de elementos.

Resulta evidente además que hay manejo selectivo de la procuración de justicia. Lo que se dice de Greg es pueril a lado de lo que se comenta sobre los gobernadores de Durango o Chihuahua, o del candidato del PRI en Sinaloa y no se diga del presidente municipal de Garza García, Nuevo León, Mauricio Fernández, que confesó haber tratado con narcotraficantes como parte de su estrategia de seguridad.

Parece que el gobierno federal quiere ocultar su fracaso en la lucha contra el narco y su obligada -pero vergonzosa- rendición ante los secuestradores de Diego Fernández de Cevallos con una acción mediática espectacular. Por cierto, el escándalo no podía ser más oportuno para Enrique Peña Nieto que estaba pasando penurias para tratar de convencer sobre la increíble historia en la que la niña Paulette moría accidentalmente.

La pregunta obligada es por qué el gobierno panista decide golpear al candidato de un partido aliado en diversas entidades, precisamente en tiempo de campaña, cuando pudo incluso hacerlo antes o después; es decir, por qué decide dispararse en el pie a un mes de las elecciones estratégicas de 2010. Esto sólo se puede explicar por dos razones: porque el gobierno no es monolítico y ahí coexisten diversas expresiones o corrientes del panismo y por la disputa que existe entre ellas por el control del partido y, por lo tanto, la definición de la candidatura presidencial.

De la misma manera que Andrés Manuel López Obrador boicotea las alianzas porque quiere la derrota de los chuchos para hacerse del control del PRD, Gómez Mont y Chávez Chávez que, por cierto, le debe su nombramiento al PRI, también buscan la derrota de Cesar Nava con el que se confrontaron por hacer coaliciones con el perredismo y, con ello, provocar el relevo no sólo de personas sino de grupos en la dirección del blanquiazul. En los dos lados, izquierda y derecha, hay quienes de manera aberrante y sectaria creen que si ayudan al PRI en la coyuntura se ayudan a sí mismos.

De paso…

Sábana. Ante su evidente fracaso por convencer a la opinión pública, el gobierno de Enrique Peña Nieto lanzó una ofensiva para tratar de aclarar dudas sobre lo que ya oficialmente se declaró como muerte accidental de la niña Paulette. Sin embargo, el experimento resultó un fiasco. La versión de la PJEM sigue siendo inverosímil y para muestra un botón que, como otros, tira por la borda la historia oficial del suceso. La sábana que se retiró para dársela a oler a los perros es un cabo que no pueden unir con el supuesto accidente de la niña. Lo de menos es que hayan cambiado la versión que el subprocurador le dio a Denisse Merker en el sentido en que se utilizó la sábana de abajo, la cual, dijo, se retiró sin destender la cama, por la de arriba. En cualquier caso dicha sábana se repuso para que ahí durmieran las visitas y, por eso, al menos una vez tuvo que ser bien tendida la cama, lo cual niega la PJEM en contra de los testimonios de las nanas… Antanas Mockus, filósofo, matemático y político colombiano que gobernó con éxito Bogotá, levanto gran expectación como candidato opositor al oficialismo representado por el delfín de Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos. Sin embargo, ni la frescura, audacia y capacidad mostradas para ganar el debate público y cautivar a redes sociales y observadores extranjeros fueron suficientes como para imponerse al aparato uribista y sus recursos ilimitados al servicio del clientelismo que tan bien conocemos en México. Habrá segunda vuelta, pero ahora parece, por desgracia, que no habrá sorpresas ni sorprendidos… El ataque Israelí a la flota humanitaria que se dirigía a Gaza es inadmisible y la condena internacional debe darse sin ambages. Dejo sentado que hago esta demanda sin simpatizar en lo absoluto con Hamas, reconociendo el derecho del Estado de Israel a contar con fronteras seguras y repudiando al terrorismo como método de lucha por más justo que sea el fin que se diga perseguir. Pero el extremismo de algunos grupos árabes no justifica el extremismo del gobierno israelí… Desafortunada la decisión de Javier Aguirre de cortar a Johnatán Dos Santos de la selección. Poco constructivo que se juegue así con el ánimo de un joven de diecisiete años, cuya experiencia mundialista le hubiera sido de gran utilidad para su formación. Si no era importante en el equipo simplemente no se le hubiera llevado hasta el último momento. Después de la decisión de no convocar a Sinha, está es la que me parece más incomprensible del Vasco… La histórica rivalidad entre Celtics y Lakers se volverá a dar en la final de la NBA. Los angelinos son los favoritos, pero por el buen momento por el que pasa el equipo bostoniano y la experiencia y calidad de sus jugadores podrían dar la campanada… Síganme en Twitter: @ferbelaunzaran