jueves, 23 de junio de 2011

EL HISTÓRICO DIÁLOGO ENTRE SICILIA Y CALDERÓN

Fernando Belaunzarán
Twitter: @ferbelaunzaran

El tema es grave y apremiante; los protagonistas realzan su carácter conmovedor, entrañable, indignante. Pero si el contenido nos implica a todos, de una u otra manera, y sabemos que lo ahí discutido es un asunto, literalmente, de vida o muerte para muchas personas, pero también decisivo para nuestra cotidianidad e incluso para la viabilidad del país, pues 40 mil muertos y 10 mil desaparecidos no es un recuento final sino tan sólo la cifra preliminar en medio de un túnel al que no se ve la luz de su término, el acontecimiento, el hecho mismo del diálogo y quienes participaron en él, hasta lo trasciende. El encuentro e intercambio franco, libre y directo entre miembros de la sociedad con la representación mayor del Poder Ejecutivo es un hecho histórico que no debiera ser la excepción. Así, con esa apertura y transparencia, se deben tratar todos los grandes problemas nacionales.

Javier Sicilia rehusó ser ariete para convertirse en puente. Unió a los agraviados y sus dolores, a la sed de justicia y necesidad de atención a los que son doblemente víctimas –al sufrir una pérdida irreparable y al demandar al Estado atención y justicia-, pero también a estos con otros ciudadanos y sectores sociales que con horror observan como la barbarie se extiende en el país y que, por la ruta que vamos, no se observa por futuro otra cosa que la interminable espiral de violencia que de por sí ya ha llegado a extremos inimaginables. Pero más que eso. El poeta y las ONGs y víctimas que lo acompañan entendieron que para caminar por otra ruta se requieren grandes acuerdos y eso implica buscar también la unidad con los que piensan distinto, con los antípodas ideológicos, y también con quienes tienen diversas responsabilidades en el ámbito público, sean del partido que sean. El Pacto Nacional es una propuesta de reconciliación para establecer un modelo de país en el que todos quepamos y que, superando la disfuncionalidad del régimen, permita enfrentar con unidad nacional los grandes problemas y retos que tenemos, mismos que rebasan por mucho a la capacidad de cualquier gobernante o partido en el poder. Es asumir la corresponsabilidad gobierno-poderes-partidos-sociedad para salir adelante en una situación límite, en un momento de emergencia.

El dialogo fue respetuoso, pero sin concesiones sobre las convicciones propias. Hubo planteamientos, revires y contrarrevires y todo de cara a la sociedad. Así debieran tratarse todos los asuntos públicos de importancia, pues además de ser un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas, permite a los ciudadanos contrastar puntos de vista sobre asuntos que le conciernen directamente. Que este tipo de eventos se repita, en distintos niveles y ámbitos, con gobernadores, presidentes municipales, funcionarios, rectores de universidades, etc., sería un gran paso para generar ciudadanía y promover la cultura democrática que tanta falta hace en el país.

El rostro y la voz de las víctimas hicieron del encuentro un drama humano de gran intensidad. Su presencia dio elocuente fe de las fallas del Estado, cuyas instituciones, como el mismo Calderón tuvo que aceptar, están infiltradas por el crimen. La paradoja quedo muy bien planteada. Se tiene que combatir a bandas poderosas con policías corrompidas por ellas mismas y con un sistema de justicia obsoleto, poco confiable e instrumento de impunidad. Pero la Caravana se hizo para defender los derechos de todos en un contexto de “guerra”, se le quiera llamar con ese nombre o no. Preservar libertades y cuidar de los Derechos Humanos, develar el dolor que se esconde tras lo que insensiblemente llaman “daños colaterales” o bien tras frías cifras y estadísticas, es uno de los grandes aportes del movimiento generado por Javier Sicilia y ONGs afines. El poeta aclaró de manera contundente que no se trataba de defender criminales, que había que combatirlos con eficacia, pero que estos no eran sus interlocutores sino el Estado incapaz de garantizar seguridad. ¿Qué hacer, en la encrucijada que tirios y troyanos reconocen?

Felipe Calderón se defiende. Argumenta, no sin razón, que su obligación era actuar frente a las bandas criminales que en disposición de enormes arsenales imponen su ley a los ciudadanos que no podían contar con policías locales, cuyos miembros se encuentran en las nóminas de las organizaciones criminales. Sostiene que no tenía otra opción que el ejército y expresa con cierto fatalismo que “aunque sea injustamente juzgado por la historia”, prefiere eso a cargar con la responsabilidad de no haber actuado. Violencia que por necesidad se opone a otra violencia y que no puede sino generar más violencia. En la estrategia punitiva que ha marcado el combate a las drogas parece irreprochable. Pero es precisamente esa lógica la que ha fracasado no sólo en México sino globalmente. Calderón podrá presumir capos detenidos, pero ningún indicador que denote que se está avanzando en reducir consumo, violencia o recursos para los criminales. Mientras haya negocio, habrá quien sustituya a los cabecillas detenidos y a los sicarios ejecutados. Eso lo sabemos de sobra.

Sí hay solución, pero eso requiere cambiar de enfoque. Se expresan acuerdos sobre educación y atención a las víctimas, reconociendo el gobierno en este punto su rezago. Pero la prioridad del combate en las calles se vuelve dogma de fe. La legalización de las drogas, que se planteó discutir, no significa rendirse o pactar con el crimen sino que tiene sentido en la medida de atacar el negocio, de reducir las ganancias de las bandas y disminuir con ello su poder de fuego y corrupción. Por mucho, esa es su principal fuente de ingresos. Hacerlo, junto con campañas de prevención para reducir el consumo y mejorar la inteligencia financiera para intervenir las cuentas de los criminales e impedir el lavado de dinero, representaría una estrategia alternativa que no implica retirar de inmediato al ejército o dejarle territorio a merced de los delincuentes.

Pero al margen de la polémica, el diálogo, por sí, es para celebrarse. Siempre se le debe dar la oportunidad a la inteligencia, al convencimiento, a la persuasión. Recuerdo la frase del CEU que casi 20 años después consiguió el diálogo público en la Universidad: “con la fuerza de la Razón” -la cual, por cierto, siempre será a la larga más poderosa que la sin razón de la fuerza. Tremendo atraso proscribir el diálogo. Los “argumentos” siempre son los mismos: que llevarlo a cabo “legitima” o “reconoce” al adversario, que no conseguirá nada, que sólo “sirve para la foto”. Pero lo cierto es que la palabra siempre da una oportunidad al que la toma y desperdiciarla suele ser un error, a veces, irreparable. El diálogo significo la derrota del atraso y dar el paso al frente tras la regresión que significó proscribirlo tras la elección del 2006.

El diálogo en el castillo de Chapultepec no es el fin del camino. La autoridad moral y el liderazgo de Javier Sicilia se han fortalecido y en breve la Caravana partirá al sureste, donde también hay muchas historias terribles de nacionales y migrantes. Por cierto, Julián Le Barón, quien se ha distinguido por sus elocuentes y críticos discursos, haciendo notar la corresponsabilidad que todos tenemos con el problema, invitó a Calderón a acompañarlos. Pero eso es anecdótico, lo trascendental es que siguen caminando, juntando dolores para generar esperanza. El Pacto Nacional es el punto de llegada. Invito a todos a suscribirlo.

miércoles, 15 de junio de 2011

DE LA CARAVANA AL PACTO NACIONAL

Fernando Belaunzarán
Twitter: @ferbelaunzaran

Lo invaluable fue el trayecto. Los equívocos y el intento de desnaturalización de la iniciativa vinieron después y no borran el profundo significado del tránsito de la Caravana del Consuelo. Como nadie, ésta hizo patente el dolor y la injusticia que la violencia desbordada ha dejado en el país. Dolencias propias de la guerra se quiera o no usar el término. En ese recorrido, se encontraron los agraviados, los dolientes por la arbitrariedad de las balas, de los secuestros, de los levantones, de las desapariciones, de las ejecuciones, de los “daños colaterales”.
Se sabía del tejido social desgarrado después de 40 mil muertos y 10 mil desaparecidos en cuatro años, pero los testimonios le pusieron rostro y nombre al agravio y al dolor, dieron cuenta pormenorizadas de historias truncadas, arrebatadas, mutiladas, desgraciadas. Fueron narraciones que nos mostraron la realidad desde sus entrañas más sórdidas y desesperantes, que develaron lo que se pierde en las estadísticas o en las fotos de los cadáveres apilados. Palabra de los vivos que comparten la experiencia de sus pérdidas irreparables, de lo que les fue arrebatado por la irracionalidad y el salvajismo que para combatirlos hay que cambiar la lógica, romper el círculo vicioso que no deja de escalar la violencia que se combate sólo con más violencia.
Hacer visibles a las víctimas vivas de la situación de extrema violencia que se padece en varias regiones del país es la enorme contribución de la Caravana del Consuelo para generar conciencia de lo que ocurre, de los graves daños que se han ocasionado y de que no es posible seguir así; para caer en cuenta que las víctimas no nos son ajenas, que cualquiera puede ser el próximo en sufrir una pérdida irreparable y que la descomposición social, así como la infiltración y el debilitamiento de las instituciones, están poniendo en riesgo seriamente la viabilidad del país. La Caravana hizo trabajar el sentido común: Los estragos de la guerra se multiplican y extienden en todos los terrenos, y resulta apremiante poner un alto y corregir.
Lejos de lo que acusa la propaganda oficial, Javier Sicilia nunca ha planteado “pactar con el narco” o dejar de combatir a la delincuencia. Por el contrario, una de sus principales demandas es que haya justicia y se termine con la impunidad. La propuesta del poeta y de las organizaciones serias que lo apoyan es de cambiar de estrategia mediante una visión integral distinta a la que hoy prevalece y que lejos de dar resultados ha agravado el problema. Para eso plantean una ruta de inclusiones y acuerdos que buscan repensar colectivamente al país para refundarlo con bases consensuadas y, de esta manera, atacar de raíz las cusas del problema y no sólo sus efectos. En lugar de ver la militarización como un proceso fatal e interminable, encontrar una vía alternativa que sea más eficaz, reduzca la violencia y construya una sociedad más amable y generosa con sus miembros y en a que perduren e incluso se profundicen las libertades ciudadanas y se garantice el respeto a los Derechos humanos, pues unas y otros suelen perderse cuando la lógica de la guerra prevalece.
En Ciudad Juárez, grupos y personas extremistas de siempre, por un lado, y miembros de un grupo político que se planteó subordinar al movimiento originado por Sicilia a favor de un proyecto electoral para el 2012 y que se ha basado en exacerbar la polarización, el cual se mantiene desde el conflicto post electoral de la pasada elección presidencial, no obstante que ha resultado contraproducente para sus promotores, aislándolos y generándoles rechazo en amplios sectores de la población. El caso es que pretendieron sabotear desde dentro el espíritu conciliador de la iniciativa del pacto nacional, exigiendo primero, y luego introduciéndolo de manera ilegítima en la lectura de los acuerdos, las demandas del “regreso inmediato del ejército a los cuarteles” y del “juicio política a Calderón, Lozano y García Luna” con lo cual querían cancelar la posibilidad de diálogo que se había abierto con el gobierno federal después de la marcha nacional del 8 de mayo. Eso obligó a Javier Sicilia y a Emilio Álvarez Icaza a hacer una conferencia de prensa para aclarar que esos no son acuerdos, que se trató sólo de la lectura de la relatoría, que ellos seguían en la ruta de los 6 puntos dados a conocer en el Zócalo y que, como indica el sentido común, sacar de golpe al ejército sería “atroz” e “irresponsable” cuando los comandos armados del narco son más poderosos que las policías, mismas, por cierto, que tienen infiltradas.
Por fortuna, quienes tienen la autoridad moral y la Convocatoria son Javier Sicilia y organizaciones que lo acompañan como CENCOS y Alianza Cívica, de tal suerte que el asalto de los extremistas sólo sirvió para que el poeta se diera cuenta de quiénes son sus aliados y de quiénes no lo son. Lo importante es que la propuesta de transformación que interpela a todos los actores políticos y sociales llegue a otros sectores, lo conozca la ciudadanía y tienda puentes para que sea asumida más allá de los hoy convencidos. La ruta del diálogo continúa y todo indica que lo habrá también con los distintos poderes de la unión, que éstos serán públicos y que sus protagonistas, por parte de la sociedad, serán las víctimas de la violencia.
El Pacto Nacional es una oportunidad para el país que sería terrible desperdiciar. No podemos permitir que la barbarie se instale en el país para siempre y que no hubiera otra perspectiva que la guerra eterna con los horrores que estamos viendo. Esto sobrepasa por mucho la importancia de la coyuntura electoral del próximo año. Rediseñar un país requiere del concurso de todos y por eso tienen más importancia en esa tarea el diálogo y el acuerdo que las urnas.
Ignoro cuántas llamadas más tendrá el país para encontrar conjuntamente una salida al laberinto, pero estoy convencido de que, tal como están las cosas, sería una irresponsabilidad histórica no tomarla. Por eso, hay que seguir caminando al lado del poeta, un hombre digno de confianza.

De paso…
Hank. El ridículo es mayúsculo. Con un operativo mal ejecutado y de tintes electoreros se aprehende a Jorge Hank Rohn, pillo de 7 suelas que desde hace décadas ha sido baluarte de la impunidad en el país. Si la película “Presunto Culpable” demostró que no basta con ser inocente para gozar de la libertad, este caso no ilustra que tampoco basta ser delincuente para estar encarcelado. Es la otra cara de la moneda. Hay impunidad para los poderosos por las mismas razones que se manifiesta la arbitrariedad contra los jodidos. Lo que prevalece en el sistema de justicia en México es la ineptitud, la corrupción, los intereses creados, el influyentismo, la falta de respeto a los Derechos Humanos. Se manda un mensaje nefasto a la sociedad mexicana: frente al dinero y el poder, la justicia no vale. Los evidentes errores y las fallas de la PGR no pueden borrar esa percepción. El “hankazo” salió peor que el “michoacanazo” y eso es mucho decir. Por lo pronto, propongo la segunda parte del famoso documental con el episodio de la captura y liberación de Hank Rohn y lleve por título: “Presunto Inocente”… Pablo Salazar tendrá que defenderse jurídimente de las acusaciones que se le hacen y se debe estar atento para que tenga debido proceso y se respeten sus derechos. Lo preocupante del caso es que su detención se dio en un contexto de conflicto público y creciente entre el ex gobernador con su sucesor, lo cual puede generar la impresión de que se trata de un hecho político y de que se uso a la procuraduría como ariete para detener a un opositor incómodo, lo cual nos remitiría a épocas que pensábamos superadas. La acumulación de nuevas causas y el señalamiento de que se preparan órdenes de aprehensión para más de 50 de sus colaboradores sólo consigue aumentar las sospechas. Tales dudas sólo se podrán disipar si el juicio, en todas sus etapas, es ejemplar y transparente. Por sanidad de la república, eso es lo que debemos demandar… La candidata del PAN en Nayarit y esposa del exgobernador es la única candidata que a pesar de ir abajo en las encuestas no acepta debatir con sus adversarios. La Señora Martha, o sus consejeros, saben de sus limitaciones y no quieren hacer el ridículo mal leyendo tarjetas en público. A cambio de eso, han decidido proclamar la mentira de que el candidato del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, va a declinar por ella. Para romper la alianza en ese estado, Molinar Horcasitas se jactaba de que en Nayarit se repetiría la historia de Baja California Sur. Al parecer, ya ni ellos se la creen… Y Alejandro Encinas sigue ganando debates… sígueme en twitter: @ferbelaunzaran

miércoles, 1 de junio de 2011

NAYARIT, LA OTRA ELECCIÓN

Fernando Belaunzarán
twitter: @ferbelaunzaran

Alejada de los reflectores nacionales, acaparados en gran medida por la contienda en el Estado de México, se da en Nayarit el proceso electoral más volátil de los tres que se llevaran a cabo en julio. En esta entidad del Pacífico, el deseo de cambio se expresa no sólo en las encuestas sino que es un sentimiento abrumador, casi corpóreo. Hay un desfase entre esa convicción colectiva a favor de algo distinto y las preferencias electorales. El inmenso tamaño de la burocracia, por un lado, y el peso económico del principal consorcio en el estado, hoy enfrentados, son causas que explican dos fenómenos observables en las mediciones: el alto porcentaje de indecisos y, algo que es tradicional en el estado, el voto oculto.

En un par de años, la vida les ha cambiado a los nayaritas. Los grados de violencia a los que se ha llegado son del todo novedosos y la incompetencia de los gobiernos para enfrentar ese y otros problemas son notorios. El PRI está consciente de esa situación, al grado de que su estrategia se ha centrado en distanciar al candidato del gobierno actual. Pero tiene un problema insalvable: ¿cómo desligar a su abanderado, Roberto Sandoval, de la pésima administración que éste tuvo en Tepic, pues la inseguridad, los malos servicios, el desempleo, se concentran en buena medida en la capital del estado que él gobernó hasta hace poco? Su popularidad es engañosa. De discurso más bien limitado,i invirtió mucho en su imagen y pudo hacer de su sombrero un símbolo exitoso. Pero no tiene un solo resultado que presumir.

El voto de castigo al partido en el gobierno será muy elevado. De ahí, como dijimos, los esfuerzos denodados del PRI por deslindar a Sandoval de Ney González. Es verdad que no era su candidato y que la intervención del CEN priísta fue la que consiguió la candidatura para el ex alcalde de Tepic; pero la gente del gobernador predomina claramente en las candidaturas de ese partido, empezando por su esposa (encabeza la lista pluri), quien además fue la encargada de "destapar" al "candidato oficial". En ese partido no prevaleció la disciplina y los dos senadores que buscaban la nominación se hicieron a un lado desacreditando el proceso de selección y el poderoso magisterio incorporó candidatos tanto en el PRD como en el PAN.

Por ello, todo indicaba que Nayarit iba a ser un triunfo relativamente sencillo para la alianza PRD-PAN, la cual se empezó a construir con mucha antelación. Sin embargo, ésta se vino abajo y con ello se abrió la posibilidad de que el PRI conserve la plaza, a pesar de sus malos gobiernos, divisiones y deseo de cambio de la sociedad nayarita. Para entender qué sucedió, ayudaría mucho conocer algunos antecedentes.

La candidata del PAN es la esposa del anterior gobernador, Antonio Echevarría. Aunque se han distanciado sentimentalmente, siguen manteniendo un estrecho vínculo en las empresas familiares. Su hijo, "Toñito", es vicepresidente del poderoso grupo Alica, propiedad de su padre y principal consorcio económico del estado, y es el principal impulsor del proyecto político de su progenitora. Echevarría fue al primer candidato de una alianza PRD-PAN al que le reconocieron su triunfo -a Salvador Nava se lo escamotearon. Fue dos veces Secretario de Finanzas de gobiernos priistas y decidió romper con su partido para ser candidato perredista y en el camino supo sumar también a los blanquizales. Aunque se había comprometido a no tomar partido en el año 2000 en caso de no ser un candidato común de los dos partidos que lo apoyaron, decidió apoyar a Vicente Fox. Con él no se dio el cambio prometido, su gobierno fue decepcionante -excepto para sus negocios- y no pudo ganarle una sola elección al PRI. Pero fue preparando la sucesión con su esposa, a quien como presidenta del DIF le había dado muchos recursos y publicidad. Eran los tiempos los que Martha Sahagún tenía aspiraciones presidenciales. El fracaso en Tlaxcala de María del Carmen Ramírez en Tlaxcala, esposa del entonces gobernador, Alfonso Sánchez Anaya, y la decisión de no alentar las ambiciones de la primera dama hicieron que el PAN no apoyara a la Martha nayarita, quien respondió quemando su afiliación panista.

Toño Echevarría se distanció pronto del PRD. Guadalupe Acosta Naranjo fue despedido de su cargo de subsecretario de Gobierno y prácticamente obligado a abandonar el estado cuando se negó a firmar la compra de patrullas sin licitación a una de las concesionarias del gobernador. Sin embargo, Naranjo como Secretario General del PRD logró un acuerdo con el "toñismo" para que éste apoyara en 2005 a Miguel Ángel Quintero, candidato perredista a la gubernatura. Molestos con el PAN por no haber hecho a la Sra. Echevarría candidata, no sólo apoyaron a Miguel Ángel sino que incluso se comprometieron y respaldaron la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador en el 2006, no obstante la gran amistad que existe entre Toño y Vicente Fox.

Con mucha anticipación, Acosta Naranjo fue tejiendo la alianza con el PAN en Nayarit. No es un secreto que siendo Presidente Nacional del PRD restableció el diálogo con el gobierno federal y fue uno de los artífices aliancistas en las elecciones del 2010. Desde un año antes se ocupó en sumar al "toñismo" en una gran coalición opositora y ofreció a Martha Echevarría ser candidata a diputada federal (por ambas vías) y luego operó para hacerla presidenta de la Comisión de Equidad y Género. Vale la pena decir que todo ello lo hizo bajo el compromiso de ella de apoyarlo a la gubernatura, lo cual llegó a manifestar frente a testigos. Con Jesús Zambrano y Carlos Navarrete reconoció su compromiso, pero alegó que "las palabras se las lleva el viento".

Era tal la certidumbre de que la Coalición sería encabezado por Naranjo que el PAN firmó un convenio en el Instituto Electoral en el que se establecía que la candidatura a gobernador sería nombrada por el Consejo Estatal del PRD y la Sra Echevarría se reunió con López Obrador en Tepic y no dejó de amagar con irse con la Coalición PT-Convergencia, la cual la esperó hasta el último momento para registrarla. El problema fue que los cambios en la dirección nacional del PAN hicieron que a la alianza le cayera, literalmente, El Chahuistle. Me refiero, por supuesto, a Juan Molinar Horcasitas.

Molinar quiso pasarse de listo, logrando una candidatura para su partido, aunque ya estuviera formalmente acordada para el PRD. Aprovechó sus vínculos con Toño Echevarría para restañar la relación entre la familia y el partido, la cual estaba seriamente lastimada. Cuando Martha amenaza por enésima vez con irse porque el Consejo Estatal aprueba una Convocatoria que incluía encuesta y consulta y entiende que el ánimo perredista está a claramente a favor de Naranjo, Molinar, con el apoyo de Gustavo Madero, convence al Comité Ejecutivo Nacional de ese partido a romper la alianza y llevarse a Martha como candidata, argumentando que se podía repetir el fenómeno de Baja California Sur -no es broma. Se basa en una Encuesta de ISA que le daba una ventaja de 20 puntos sobre el ex Presidente Nacional del PRD.

A Acosta Naranjo le explican que el problema es su "falta de competitividad". Antes de que el PAN formalizara el rompimiento de la Coalición, el diputado federal con licencia hace distintas propuestas a Madero para salvar la alianza y se resuelve realizar dos debates y un par de encuestas para dirimir la candidatura. Naranjo gana con holgura los debates y crece notoriamente. Según la encuesta de ISA, propuesta por el PAN, la distancia entre uno y otro candidato era de 1.6% y en ambas era claro que cualquiera de los dos era competitivo con la diferencia de que uno iba en asenso y que, como es notorio para quien observa o escucha a la Sra Echevarría, hay un abrupto contraste en el conocimiento y las capacidades políticas y retóricas a favor de Guadalupe. Sin embargo, en la valoración de las mediciones no hubo acuerdo y antes de que sesionara el Consejo Estatal del PRD, el PAN rompió la alianza formalmente ante el Instituto Electoral y registro como candidata a la diputada federal perredista y ex primera dama nayarita, Martha Echevarría.

La guerra sucia desatada por el "toñismo" en contra de Acosta Naranjo ha alejado la posibilidad de acercamientos. Además, no hay tal propuesta de cambio de la candidata panista que, ante la falta de ideas y conocimiento, dice que ella "escuchará" a la gente para saber qué hacer. Finalmente es el retorno al poder de una corporación empresarial al poder (grupo Alica) que, al estilo del hankismo, sabe hacer negocios privados con ayuda del poder público, que tuvieron su oportunidad y fueron un fiasco, y que, como ya lo demostraron, estarán siempre del lado en el que le convenga a sus intereses económicos. En el 2012, bien pudieran irse con Peña Nieto. Y, por otra parte, ¿quién gobernaría? Siempre tiene que estar representada con su hijo quien, por supuesto, sería el primer aspirante a sucederla en la gobernatura y es incapaz de hilar dos frases en entrevistas, debates o mítines si no lee, con deficiencia, las muy elementales tarjetas que le preparan sus asesores. Los problemas de Nayarit son muy graves como para que las decisiones importantes no sean tomadas por quien tiene la responsabilidad constitucional.

Para resumir, el PAN no supo tratar a los aliados y se olvidó de la perspectiva 2012 a cambio de una pequeña ventaja facciosa que ahora se ve muy difícil que pueda conseguir. Tan fácil que era hacer lo correcto: respetar el acuerdo original y permitir que el PRD eligiera al candidato, tal como se había estipulado.

Como la coalición del PT-Convergencia esperaron hasta el último momento a Martha de Echevarría, no posesionaron en precampaña a su actual candidato. Al igual que en 2009, AMLO decidió apoyar a los abanderados de esos partidos en contra de los de su propio partido, no obstante la unidad anunciada en el Estado de México. En los spots se oye decir a López Obrador que hay que apoyar a Nayar Mayorquín porque "profesa el amor al prójimo".

Nayarit está muy revuelto y, como dije, volátil. El deseo de cambio y el voto de castigo contra el PRI no se pueden soslayar y no hay otra opción de cambio que la que representa Guadalupe Acosta Naranjo. No es gratuito que sea el único candidato que aborde a plenitud el tema de la seguridad, diga las cosas por su nombre y, en lugar de aventar a otros "la bolita", asume la responsabilidad que el cargo conlleva, a pesar de los riesgos que eso implica.

Vienen 30 días muy intensos y cometería un error quien no voltee a ver a Nayarit.

De paso...

UNAM. La Universidad Nacional es el espacio más libre del país. Ahí todas las ideas encuentran cabida y muchos académicos han encontrado las condiciones para desarrollar su trabajo con la libertad que no tenían en su países. Por eso la intolerancia es enemiga del espíritu universitario. En el año 2000, aquel evento en CU que distanció a Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, tuvo la gran virtud de abrir la UNAM y no permitir que algunos sectarios decidan quiénes pueden entrar y quiénes no. Ese gran éxito se perdería si se permite nuevamente que pequeños grupos extremistas y fanatizados, en lugar de debatir con argumentos, hagan uso de la fuerza y el insulto para cerrar la Universidad a ideas distintas a las suyas. Por eso es deber de todos los universitarios repudiar hechos tan lamentables como los sufridos por Francisco Labastida en la Facultad de Economía y Luis Felipe Bravo Mena en la FES Acatlán. Celebro que así lo haya hecho Alejandro Encinas, universitario de cepa, cuya campaña sigue en ascenso... El Barcelona se coronó Campeón de Clubes de Europa dando cátedra de fútbol. Nomás el estimado Chicharito no vio el balón y a su equipo le pasaron por encima... Síganme en twitter: @ferbelaunzaran